Hoy os vamos a mostrar cómo preparamos una sabrosa tortilla, con ingredientes muy sencillos y saludables, que le darán un toque diferente a las tortillas tradicionales.
La alcachofa es una hortaliza baja en calorías, fácil de digerir, que ayuda a regular el tránsito intestinal y es beneficiosa para nuestro hígado.
Ingredientes (1 o 2 persona)
2 alcachofas grandes y tiernas
1 loncha de jamón serrano picadita
¼ de cebolla
2 huevos grandes
1 cuchara sopera de queso (parmesano en polvo o el que más os guste)
Agua
1/2 limón (el zumo)
Sal
Aceite de oliva
Preparación
Empezaremos esta receta, preparando las alcachofas, desechando el tallo y las puntas de las alcachofas, eliminaremos las hojas más duras y las partiremos por la mitad y de cada mitad, las cortaremos en 4 o 5 trozos.
Las añadiremos a un bol con agua y el zumo de 1/2 limón.
A continuación, pondremos una sartén al fuego, con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos las alcachofas, previamente escurridas para que no salpique el aceite, las dejaremos dorar por ambos lados y añadiremos una pizca de sal.
Cuando estén doradas, las retiraremos y reservaremos.
En la misma sartén, pondremos a pochar la cebolla, previamente laminada, cuando esté ligeramente pochada, de un color transparente, incorporaremos el jamón troceado y lo removeremos sin dejar que se dore.
Pasados unos breves minutos, retiraremos la cebolla y el jamón y dejaremos junto a las alcachofas que teníamos reservadas.
Batiremos los huevos con una pizca de sal, añadiremos las alcachofas, la cebolla, el jamón y la cucharada de queso, removeremos para que se integren con el huevo.
Pondremos al fuego una sartén, con unas gotitas de aceite y añadiremos la mezcla de huevos y alcachofas, dejaremos que se vaya haciendo, hasta que veamos de los bordes estén cuajados.
Con la ayuda de un plato hondo le daremos la vuelta y la dejaremos al fuego, hasta que esté cuajada a nuestro gusto.
Cuando esté hecha a nuestro gusto, la retiraremos y serviremos. Esta deliciosa tortilla, podéis degustarla tanto caliente; como fría.
Propiedades de las alcachofas
Depura tu organismo de forma natural
Introducir las alcachofas a nuestra dieta diaria es una estrategia que mejora la salud.
Los compuestos denominados: cinarina, le proporcionan el sabor amargo a la alcachofa y mejoran la capacidad depurativa del hígado; además, el potasio presente en este vegetal, es el encargado de intensificar el poder de arrastre y limpieza de los riñones.
Esta hortaliza de invierno tiene un marcado efecto anticancerígeno; en concreto, ayuda a prevenir la aparición de tumores en el pecho, el colón y el hígado.
Por su alto contenido en fibra, en esteroles vegetales y flavonoides, esta hortaliza reduce los niveles de colesterol, ayudando a su eliminación y reduciendo su formación.
Agilizan el tránsito intestinal, pues una ración aporta el 100% de la fibra que se requiere al día.
Previene la formación de cálculos en la vesícula biliar y modifica la secreción de ácido biliar.
Las alcachofas también aportan dosis muy generosas de: inulina, entre otros beneficios. Este hidrato de carbono reduce la absorción de azúcares, baja los niveles de glucosa en sangre y alimenta las bacterias que se encuentran en nuestro intestino, favoreciendo las digestiones.
Por lo tanto, introducir este vegetal en tu dieta, es una de las mejores formas de reforzar la flora intestinal, de la cual depende gran parte de nuestra salud; además de ayudarnos a depurar nuestro organismo con las dietas para adelgazar.
Asadas al horno, cocidas al vapor, etc, constituyen la guarnición perfecta de la carne roja.
Las personas con hepatitis o hígado graso, pueden aliñarlas con aceite de oliva y zumo de limón.
Te aconsejamos, que este invierno, las consumas, para beneficiarte de todas sus propiedades.