Ya hemos llegado al último domingo de marzo, la primavera no quiere entrar en escena y nos han quitado una horita de sueño que nos va a dejar unos cuantos días patas arriba (al menos a mí...) así que ¡menos mal que hoy tenemos el #asaltablogs!
Este mes tenía claro que quería hacer una receta dulce y, después de descubrir que nuestra víctima era Verónica, la mamá y bloguera que está detrás del blog Cocinando para mis cachorritos, sabía que me iba a encontrar un montón de recetas ¡y no solo dulces! Y eso, para el asaltablogs, es problemón porque sólo podemos llevarnos una... Bueno, más bien solo podemos enseñaros una, porque siempre nos llevamos unas cuantas bajo el brazo jejeje.
Así que os recomiendo que paséis por el blog de Verónica, sobre todo si tenéis peques en casa porque vais a encontrar un móntón de recetas para prepararlas con ellos, o si os gusta el pan casero, o si tenéis thermomix o... ¡ya veréis que tiene de todo!
Durante la semana me di unas cuantas vueltas por su cocina. En cada una de ellas seleccioné varios bundt cakes y bizcochos y los dejé guardados para el fin de semana. El sábado por la mañana antes de desayunar me dio por volver a entrar para ver cuál de ellos hacía y descubrí que había nuevas recetas... Me puse a leer los títulos y de repente vi ¡tortitas de chocolate!
Y ya adivináis qué pasó al descubrirla antes de desayunar ¿verdad? ¡Correcto! El sábado por la mañana desayunamos unas ricas tortitas de chocolate jajajaja. No tengo remedio, no dudé ni un segundo y medio dormida salí disparada hacia la cocina para prepararlas.
Aunque en mi caso hice la versión reducida. Verónica las lleva a un nivel superior acompañándolas de nata montada (crema de leche) y un sirope de chocolate casero que debe estar espectacular... pero claro, a esas horas aún tuve suerte de acertar con las medidas jajaja.
Mantuve la receta tal cual e incluso me atreví a hacerla con harina integral, que fue todo un acierto. Aunque para nuestro gusto les faltaba un poco de azúcar. Supongo que será porque en la receta original el dulzor se lo aportaba la nata (crema de leche) y el sirope... Pero las acompañamos de miel y mermelada casera de fresas, que le dieron el punto de azúcar justo, y tuvimos un desayuno de lujo.
Aún así nos gustó mucho el sabor y la textura. Las hicimos un poco gorditas y parecían mini bizcochitos, vamos, que estaban ricas ricas. Yo creo que éstas las repetiré más de una vez porque me ha parecido una receta de tortitas bastante sana para desayunar o merendar.
Muchas gracias por dejarnos pasar a tu cocina, Verónica, nos ha encantado hacerte una visita ;).
Ingredientes (aproximádamente para 10 ud. gorditas)
300 ml. de leche
2 huevos
200 gr. de harina integral (también puedes usar harina normal)
1 cucharada sopera colmada de cacao en polvo sin azúcar
25 ml. de aceite de oliva
30 gr. de azúcar (si las vais a comer solas, aumentar la cantidad)
1 sobre de levadura química (16 gr.)
1 pizca de sal Preparación
Con la ayuda de una batidora mezcla todos los ingredientes hasta que te quede una masa suave y homogénea. Si no tienes batidora lo puedes hacer perfectamente a mano, es una masa muy sencilla y la tendrás lista en un momento. No hay un orden en concreto, pero siempre es más cómodo intercalar ingredientes sólidos y líquidos para favorecer su integración en la masa.
Para hacer las tortitas te recomiendo que uses una sartén pequeña, ya que será más fácil conseguir la típica forma redonda. Ponla a fuego medio, añade unas gotas de aceite para que no se pegue y vierte uno poco de masa hasta cubrir la superficie de la sartén. Nosotros pusimos poco más de medio cazo para cada una porque nos gustan gorditas .
Deja que la masa vaya cuajando poco a poco y, cuando veas que empieza a estar llena de burbujas y el borde está un poco más seco, dale la vuelta para que se haga el otro lado.
El otro lado se hará mucho más rápido, así que estate atento para que no se queme.
Según vayas teniendo las tortitas hechas, apílalas sobre un plato y tápalas con un paño limpio para que se mantengan más calientes.
Ya solo queda acompañarlas con un sirope de chocolate, mermelada, nata (crema de leche), miel... ¡lo que más te guste!