Últimamente me habéis estado pidiendo algunas recetas con café, y por eso hoy os traigo unas trufas de café sin azúcar que os van a encantar.
La verdad es que estas trufas de café sin azúcarse hacen en un momentín y no ensuciaremos casi nada. Eso sí, en el congelador tienen que estar un buen rato. A mí me gustan mucho porque al comerse frías están de vicio, y si ya os las tomáis acompañando a un café… ¡puf!
Quedan súper ricas y son muy fáciles de hacer. Si no os las vais a comer en el momento de prepararlas, os recomiendo guardarlas en el congelador hasta el momento de servirlas, porque cuanto más frías más ricas están. Están literalmente para chuparse los dedos
¡Espero que os gusten!
Información Nutricional
Cada trufa contiene:
88,8 kcal
6,24 HC
Instrucciones:
Preparamos un cuarto de vaso de café, soluble, de máquina... el que más os guste.
En un cazo a fuego medio, ponemos la nata (crema de leche) y derretimos el chocolate, removiendo constantemente para que no se pegue o queme.
Cuando tengamos una crema homogénea, apagamos el fuego, echamos el café y seguimos removiendo hasta que quede todo bien mezclado.
Ponemos la mezcla en un recipiente que podamos tapar herméticamente (yo he usado un táper de plástico), lo tapamos y lo guardamos en el congelador 3 horas.
Pasado este tiempo, preparamos la cobertura de las trufas. En un recipiente pequeño, ponemos una cucharada de chocolate puro en polvo sin azúcar con una cucharadita de café en polvo, y mezclamos bien con la propia cuchara. Si no os gusta tan amargo (a mí hoy me apetecía así, para dar contraste), podéis usar chocolate endulzado o echar un poco de stevia a la mezcla.
Sacamos la masa del congelador, que estará dura pero manejable, y hacemos bolitas con ella, pasándolas por la mezcla en polvo que acabamos de preparar.
Servimos, ¡y listas!
Puedes ver esta entrada en Dulces diabéticos.