INGREDIENTES:
300 g de almendra molida (opcional una pequeña parte de trocitos de almendra)
30 g de miel (una cucharada sopera)
50 g de chocolate blanco rallado
130 g de azúcar glacé
ELABORACIÓN:
En primer lugar hay que tostar la harina de almendra. Se puede hacer en el microondas, horno o sartén. Yo lo he hecho en la sartén con el fuego medio y sin dejar de remover con la cuchara de palo. He mezclado los dos tipos de almendra y la grande no se ha tostado tanto. Si la queremos igual de tostada hay que hacerla a parte.
Una vez tostada la ponemos en un recipiente grande y echamos los demás ingredientes.
Amasamos con las manos y nos quedará como una harina, como cuando se nos rompe un polvorón.
Para amalgamar la masa le he echado un chorrito muy pequeño de agua y otro de aceite de oliva suave. Hay que ir poco a poco para no pasarnos.
Lo trabajamos con las manos hasta obtener la textura deseada (foto).
Forramos un molde (yo fiambrera) con film y echamos la masa apretándola para que quede compacta y ya está. Sale muy bueno...!!!
En la foto de la izquierda podemos apreciar los dos tipos de harina de almendra, yo ya la compro molida, pero si no la encontráis la podéis triturar en casa.
En la foto de la derecha podéis ver la textura de la masa antes de ponerla en el molde.
En esta foto podemos ver el molde y como queda al desmoldarlo.