Los que me seguís por las redes sociales, sabéis que soy una enamorada de nuestro país vecino, al que no voy con la frecuencia que me gustaría. En el tengo familia y amigos a los que me gusta visitar.
Sète es una población francesa situada en la región de Occitania en el distrito de Montpellier. La ciudad se construye entorno a sus canales y al puerto pesquero, uno de los más importantes de Francia.
Lo mejor para conocer Sète es callejear por su calles, cruzar sus puentes y descubrir sus tradiciones. Tengo que decir que soy una afortunada porque cada vez que viajo a Francia me sorprende con alguna fiesta, por ejemplo, la primera noche en esta ciudad, salimos a cenar. En el hotel nos recomendaron un restaurante, pero al ver que había mucha gente y puestos al otro lado del río, nos dirigimos hacia allí, topándonos con el festival donde pudimos disfrutar de productos de la zona y unos vinos deliciosos. Lo pasamos realmente bien.
Si nada más llegar a un lugar nuevo te topas con una fiesta como esta, te aseguro que te enamoras de ese lugar y repites.
Al día siguiente, necesitábamos descansar, así que un día de relax en la playa fue el plan ideal. Poca gente, arena fina, el agua clara y un chiringuito con una comida excelente, ¿qué más se puede pedir?
Desde el mirador de Saint Clair, pudimos disfrutar de unas vistas de toda la ciudad, los canales, el puerto y la laguna de Thau donde están los criaderos de ostras, mejillones y almejas, que probamos el día anterior.
Para cenar hay una gran variedad de restaurantes y bares, nosotros no decantamos por Le Bistrot du Port cerca de los muelles. Un restaurante acogedor donde disfrutamos muchísimo de la gastronomía de la zona, como podéis ver.
Terminamos la noche con una grata sorpresa, una batalla de justas. Las justas es una fiesta tradicional que lleva celebrándose desde 1.666 y que se trata de unos combates de barcazas que son todo un espectáculo y que pudimos ver en el Canal Royal. Los remeros se dirigen en busca de la otra embarcación, los músicos armonizan el encuentro con melodías tradicionales y los competidores situados en la parte superior y armados con lanzas y escudos, tienen como objetivo evitar no caer al agua mientras se intenta tirar al contrario.
Siembre que visitamos un lugar nuevo nos gusta pasarnos por los mercados, integrarnos con los lugareños y descubrir los productos de la zona.
En Francia siempre hay puestos preciosos llenos de productos deliciosos para abastecer los hogares, una de las cosas que me gustaría encontrar en la zona donde vivo.
No nos podíamos ir de Sète sin visitar el edificio de la Comisaría de Policía donde trabaja Candice Renoir. Sí, se que es muy friki visitar un pueblo donde se graba una de mis series preferidas, pero es lo que hay.
¿Que te ha parecido Séte? ¿Conocías esta bella ciudad? Su puerto, sus playas, sus canales... y gastronomía me han encantado.
A bientôt Sète!