Hicimos un alto en el camino y disfrutamos de un bonito pueblo en pleno Orense, llamado Verín y en el que se puede disfrutar del Castillo de Monterrei, que ahora lo han convertido en Parador y han rehabilitado partes, pero el edificio data de los siglos XVI y XVII. Se trata de unas fortalezas más grandes y mejor conservadas que existen en esta Comunidad Autónoma. Se puede acceder hasta arriba con el coche, lo que facilita mucho la visita, aunque también lo podéis dejar un poco más abajo y disfrutar de la preciosa subida, que sigue conservando el empedrado de sus calles.
Lo que más llama la atención es la gran Torre del Homenaje, sin embargo cuando se llega arriba, personalmente encontré más atractivo el patio con un pequeño jardín y unas bonitas columnas. Desde allí se puede acceder a una cafetería y a un restaurante regentado por el Parador.
Sin embargo, si os quedáis a comer en este precioso pueblo os recomiendo encarecidamente, que disfrutéis el menú que ofrece la Tapería Parrillada Tamega, que está muy cerca de la Autovía y ofrece menús de nueve euros francamente exquisitos y abundantes. Realizan la carne a la brasa lo que le ofrece una textura y un sabor perfectos, tanto el churrasco como el secreto están deliciosos y si pagas un euro más puedes degustar una chuleta de ternera exquisita. Si tenéis la posibilidad también podéis degustar su rica empanada e incluso si paráis en martes en el puerta encontráis un pulpeiro donde por siete euros podéis degustar una ración de pulpo. Además, para los que son un poco raros a la hora de comer, no os preocupéis porque os dan para elegir siete platos de primero y otros tantos de seguro y el precio incluye café y postre, creo que no se puede pedir más.