Arranca el Recetario Mañoso con muchas ganas y una nueva idea, volver a los inicios reciclando las fotografías de nuestras primeras recetas. Personalmente me parece fenomenal la propuesta porque siempre hay cosas que mejorar, incluso también en la propia forma de cocinar los mismos platos.
Vale, pues os cuento un poco como inicié la aventura de enseñar lo que cocino a todo el mundo mundial. Fue en 2010, a raíz de conocer a un chico que era el autor de un blog acerca de la historia de los cómics y sus personajes a través del tiempo. Me gustó la manera de interactuar que tenían los que comentaban, los cuales a la vez eran autores de otros blogs similares. Es increíble como las aficiones comunes pueden llegar a acortar distancias ¿Verdad?. Pero la afición a la cocina me viene de lejos, de muy lejos, de cuando jugaba a las cocinitas y les hacía "la comida" a las muñecas cogiendo los ingredientes de la nevera de casa. Troceaba todo, lo ponía en la sartén de juguete y lo cocinaba sobre la llama de una vela. Ya sé que ahora suena cómico, pero es real... Me fijaba en como cocinaba mi padre, mi madre y también mi abuela Carmen. Mi abuela hacía unos bizcochos altísimos, a base de batir claras, y yo la ayudaba. Aunque me cansaba enseguida, todo hay que decirlo.
Mi primer gran reto en la cocina lo asumí el día que cumplí 17 años. Dije en casa - Mañana cocino yo - Hoy todavía nos reímos de aquello. Elegí platos que no pegaban nada entre ellos y que además eran complicados de hacer para una persona que, como yo, tenía todo por aprender. Pero nada, yo a lo mio. De primero, coliflor gratinada al horno. Llevaba beicon, bechamel y queso por encima. De segundo un goulash hungaro. La receta la encontré en una revista que trajo una de mis tias de Puerto Rico. Y como en casa se lo comieron todo (es que siempre me han querido mucho jeje!..) pues seguí en ello hasta hoy.
Aquí es donde aprendo y me inspiro.
De todas las entradas del blog me he decidido por la de los volovanes porque, aunque posiblemente haya pasado desapercibida para algunas personas, es una de las entradas que tiene más éxito. De hecho no ha dejado nunca de ser de las primeras seleccionadas junto con la sepia a la plancha.
Se acercan las fiestas de Navidad y creo que unos volovanes de entrante puede ser una buena opción. Estos concretamente no son caros ni difíciles de hacer. Además se pueden dejar preparados y calentar en el último momento.
Ingredientes
6 volovanes de tamaño grande
150 g de gamba mini pelada (congeladas)
50 g de champiñones
6 o 7 espárragos blancos en conserva (finos)
75 g de cebolla tierna
1 cucharada de harina
250 ml de leche
50 g de mantequilla
Nuez moscada
Aceite de oliva
Pimentón dulce
Sal
Elegir un congelado de calidad. La diferencia está en que la carne es menos seca y más gustosa. Una vez en casa, descongelar dentro de la nevera.
Cortar todos los ingredientes en brunoise pequeña. Los espárragos se cortan mejor con una tijeras.
Poner unas gotas de aceite en una sartén y saltear las gambas para adornar. No las amontonéis. Colocar, de una en una en la sartén, con el aceite bien caliente. Dar una sola vuelta. Condimentar con un poco de sal. Retirar del fuego y condimentar con pimentón dulce. Reservar.
A continuación poner un poco más de aceite en la sartén y pochar la cebolla. Cuando esté blanda y transparente añadir las gambas. Saltear unos segundos.
Añadir los champiñones. Saltear a fuego vivo tres o cuatro segundos. Condimentar con sal. Añadir los espárragos y retirar del fuego. Reservar.
En un cazo derretir la mantequilla. Añadir la harina. Remover con un batidor y cocinar unos instantes a fuego muy lento.
Añadir poco a poco, sin dejar de batir, la leche muy caliente. Seguir batiendo hasta que la salsa coja cuerpo. Hervir un minuto a fuego lento. Sazonar con sal, (muy poca porque el relleno ya aporta)
Introducir el relleno en la bechamel. Remover. Probar y sazonar con sal si hiciera falta. Condimentar con nuez moscada rallada. Dejar reposar un poco.
Vaciar los volovanes. Solo hay que quitar una pequeña tapa que hay en el interior. Rellenar cada volovan con una cuchara, teniendo cuidado para que no se derrame por fuera.
Colocar encima alguna gamba de adorno.
Precalentar el horno 160ª . Calentar tres o cuatro minutos justo antes de servir.
Aquí antes de meter en el horno y con la bechamel fría. Como podéis ver estos los he rellenado más y también he puesto más gambas de adorno. Al calentar. la bechamel se derrite y la textura parece más fina.
Al vaciar por dentro queda un poco más pulida la presentación. Entre las dos fotografías hay varias diferencias. Abajo los volovanes son minis y llevan espárragos trigueros. Los actuales, arriba, son de tamaño más grande y llevan espárragos blancos.
Fotografía en 2010
Llenan mucho por lo tanto, como entrante, uno o dos por persona es más que suficiente. También se podría acompañar de una ensalada de brotes verdes con manzana y nueces para completar el plato.
Por si os pica la curiosidad en la base he puesto unas pinceladas de mostaza dulce pero no es imprescindible.
Espero que os sirva de inspiración.