Haremos unos voul au vent o volovanes para rellenarlos con lo que más se te antoje, desde rellenos dulces hasta salados, son muy versátiles y muy fáciles de hacer. Sólo necesitamos pasta de hojaldre, la cual tiene ciertos secretitos para que te queden súper todas las preparaciones que realices con ella; la primera vez que yo utilicé la masa de hojaldre no lo sabía, y me quedó una cosa ensopada en mantequilla horrible, sabía muy bien, pero de apariencia no era muy agradable, hasta que me cayó el veinte, pues son del tipo de secretitos que no acostumbran a decirte cuando trabajas con una masa como ésta, de por sí, prepararla es medio laborioso, por lo mismo, nos limitaremos a sólo comprarla en algún centro comercial, o panadería y a darle la forma que queramos, así nos evitamos una fatiga, y obtendremos un muy buen resultado.
Pues bien, procuren que la pasta esté fría, hay que sacarla del refrigerador momentos antes de utilizarla, enharinar una superficie y el rodillo también, extendemos la masa hasta dejarla delgada poco menos de medio centímetro y procedemos a cortar la forma que queramos, en esta ocasión haremos unos volovanes, así es que hay que cortar círculos, y los vamos colocando en una charola, no es necesario engrasarla, pues ya la masa contiene suficiente materia grasa, cuando hemos colocado los círculos, completos colocamos mientras cortamos los otros círculos la charola en el refrigerador, así la masa no se calentará, entonces cortamos otros círculos del mismo tamaño y les cortamos un círculo al centro como si hiciéramos una dona, batimos una yema un poco y con una brocha le ponemos en la orilla del círculo completo un poco para pegarle la dona encima, debemos picar el centro del círculo con un tenedor para evitar que se infle al cocinarse, también le ponemos yema de huevo al círculo de afuera para que se abrillante al cocinarse, los volvemos a meter al refrigerador para que se vuelva a enfriar la masa, pues si los metemos de esa manera, sacarán toda la grasa y les quedarán terribles, así es que tienen que estar fríos, fríos... para poderlos hornear y entonces deberán estar el tiempo suficiente para que se doren y se esponjen como debe de ser, a 175 grados centígrados, en horno precalentado, es muy importante que esté caliente el horno, y ahora sí, a rellenarlos con lo que se te antoje, con atún, pollo, verduras, jamón, salmón, o con crema pastelera y frutas, chocolate, nutella, en fin, tu imaginación es el límite...