Aunque estas yemas no son originarias de Ronda. Llegaron hace casi 100 años de la mano de un segoviano, Alejandro Escolar, cuando se trasladó a Ronda para trabajar en el Hotel Victoria, aunque más adelante se buscó un socio y juntos pasaron a explotar la Confitería Las Campanas que las continúan preparando en la actualidad.
En Ronda dicen que su consumo más típico es desde su Feria Gollesca hasta Semana Santa, pero están tan ricas y su tamaño es tan pequeñito que apetecen tomarlas en cualquier ocasión.
Si visitáis Ronda no olvidéis pasar por la Confitería Las Campanas y comprar sus deliciosas yemas.
Mientras tanto podéis aprender a prepararlas en casa. Y si las hacéis descubriréis que es un dulce que encantará a los niños de la casa. A mi hija la mayor le cuesta muchísimo trabajo comer la yema del huevo y de esta manera lo ha hecho sin pensarlo. Se llevaba las yemas de dos en dos.
Si hacéis merengue o macarons y os sobran las yemas, haced como yo: me habían sobrado unas yemas después de preparar un merengue para cubrir una tarta y como no sabía que hacer con ellas probé a preparar este dulce tan increíble.
INGREDIENTES: (Para 12 yemas)
- 50 ml de agua
- 90 grs de azúcar
- la cáscara de un limón
- 1 palito de canela
- 6 yemas de huevo
- azúcar glas
- azúcar molida (más fina que el azúcar blanquilla, pero no llega a ser azúcar glas)
Además necesitaréis un termómetro digital de cocina y unas cápsulas de papel pequeñitas.
PREPARACIÓN:
1. Poner en un cazo el agua, el azúcar, la cáscara del limón y el palito de canela. Y calentar hasta que comience a hervir.
2. En el momento que comience a hervir retiramos el palito de canela y la cáscara de limón y lo dejamos al fuego hasta que el almíbar alcance una temperatura de 112º C / 233º F. Es lo que se llama almíbar con punto de hebra fuerte.
3. Pasar las yemas por un colador y colocarlas en otro cazo.
4. Una vez retiremos el almíbar del fuego lo añadimos poco a poco sobre las yemas sin parar de remover.
5. Colocar la mezcla de las yemas y el almíbar al fuego, de nuevo y remover sin parar con una cuchara de madera hasta que se despegue de las paredes del cazo.
6. Verter sobre una fuente y dejar enfriar.
7. Una vez fría la mezcla hacer bolitas pequeñas que rebozaremos primero en azúcar glas y luego en azúcar molida y las colocaremos en las cápsulas.
Y ya las podéis tomar como postre, en la merienda, o simplemente cuando tengáis antojo de comer un bocadito delicioso.
¡Nos vemos pronto! Blanca
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