Vds. Se preguntarán qué es un yi-yi. Eso mismo me preguntaba yo cuando al poco tiempo de conocer a mi marido supe que tenía debilidad por un tipo de pasteles de hojaldre, le llamaban “yi-yis
Había sólo dos pastelerías que los vendían, se llamaba "Cervantes" una en la conocida Cruz de Humilladero y la otra en calle Armengual de la Mota. Era allí, donde únicamente comercializaban sus pasteles unos pasteleros malagueños, un negocio familiar, que de generación en generación y regentado por la misma familia desde hacía muchísimos años, el obrador estaba situado por el Camino de San Rafael. , siendo los hojaldres su especialidad, eran famosos y solicitados, por su suavidad, textura y sabor.
Por supuesto sentía especial curiosidad por saber qué eran y de qué estaban hechos los famosisímos “yi-yis”; lo supe cuando los probé: hojaldre con coco.
Cerraron el obrador y la pastelería de Armengual de la Mota, la de la Cruz de Humilladero no sé si aún sigue abierta, pero desde que “descubrí” que puedo hornear hojaldre, aunque sea el que se compra en cualquier gran superficie (aconsejo el fresco, no el congelado), preparo esos pastelitos que tanto gustan y que tanta fama tenía en nuestro entorno familiar.
El lugar de origen del coco es un tema discutido, mientras muchos consideran que proviene del sur de Asia, concretamente del delta del sagrado rio Ganges, hay quien indica que proviene del noroeste de America del Sur. Sí es cierto que hay registros fósiles que indican que en Nueva Zelanda y en India ya existieron hace 15 millones de años.
El coco es un producto muy utilizado especialmente en la cocina oriental. Puede ser usado en distintas formas, ya sea rallado o deshidratado, en manteca de coco, aceite, leche o crema, pero que también ha estado muy vinculado a nuestra niñez.
Nos asustaban con que venía el coco a por nosotros si nos portábamos mal, más tarde le regalábamos a nuestros hijos ése muñeco con el que disfrutaban en Barrio Sésamo, ése simpatiquísimo personaje azul que se llamaba “Coco”y no paraba de comer galletas.
Pero ante todo esos trozos de coco fresco, cortados en trozos, siempre regado con un chorrito de agua que se podían comprar en los puestos callejeros y en las ferias, que vendían junto a las “alcatrufas” (chufas) remojadas y los riquísimos altramuces, que compartían el mostrador del puesto con las manzanas pinchadas en un palo cubiertas de caramelo de atractivo y brillante color rojo.
El coco, su sabor me recuerda a feria de pequeña, su olor a verano a crema bronceadora, al calor del Caribe, al sabor caribeño de una piña colada con crema de coco o disfrutarlo bebiendo el agua de coco recién abierto, a los platos de Thailandia y de India, a los dulces de hojaldres malagueños: los “yi-yis”
¿Cómo hacerlos?
Para quienes se aventuren a preparar el hojaldre, les aconsejo sigan estos pasos, la receta tan bien explicada por Sú de Webos fritos www.webosfritos.es/2009/01/mi-hojaldre.
Después de mi experiencia y ante la demanda que hay últimamente de hojaldre en “Mi cocina” estoy usando la refrigerada (no congelada) de una ya preparada comprada en un supermercado de renombre, he de reconocer que el resultado es muy, pero que muy aceptable.
Cortar el hojaldre en cuadrados (al tamaño que deseen, incluso la forma que les apetezca), espolvorear coco rallado en el interior, siendo generosos.
Cerrar el hojaldre dejando el coco rallado en el interior, pincelar con huevo batido el exterior y salpicar con coco rallado.
Colocar en bandejas de horno forradas con papel de hornear y cocerlos en el horno a 180º C durante quince minutos aproximadamente (depende del horno) o hasta que estén doraditos.
Una vez hechos pasar a una rejilla y dejar enfriar antes de consumir (si pueden y no se lo comen antes, como suele ocurrir en “Mi cocina”)
¡¡ Disfútenlos !!.
Fuente: este post proviene de Blog de Mi Cocina Carmen Rosa, donde puedes consultar el contenido original.
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