Lo mío con los yogures caseros es una relación intermitente, ya que va por rachas, me paso meses haciendo yogures en casa y después, sin causa inexplicable, me paso otros tantos meses sin hacerlos. Desde que tengo mi nuevo horno la cosa se ha arreglado un poco, y los hago con más frecuencia, ya que mi nuevo horno tiene la función yogur y me facilita la tarea. Aunque estos de hoy los he preparado en el horno vosotros podéis hacerlo con la yogurtera, en caso de tenerla, sin ella, como os explicaba hace tiempo, con una olla a presión, o en el horno de la forma que os explico en el post. La particularidad que tienen estos yogures de hoy es que son sin lactosa, sólo llevan tres ingredientes y los preparamos en diez minutos más el tiempo de horno. Salen unos yogures muy cremosos que hoy hemos acompañado de una mermelada de fresas y frambuesas casera.
INGREDIENTES:
1 litro de leche entera sin lactosa
1 yogur natural sin lactosa
4 cucharadas de azúcar
PREPARACIÓN:
Ponemos en una olla la leche a calentar, hasta alcanzar una temperatura aproximada de 45 grados (si tenéis termómetro será estupendo), si no lo hacéis a ojo, teniendo en cuenta que nuestro cuerpo está a 36º, pues unos 9 grados más, cuando empiece a calentarse pero sin quemar.
Una vez llegado a esta temperatura añadimos el azúcar y disolvemos bien. Añadimos también el yogur natural y mezclamos bien.
Vertemos la mezcla en los vasitos. Y tapamos con sus tapas o con papel de aluminio.
Si tenemos yogurtera los pondremos en la yogurtera de 10 a 12 horas.
Si vuestro horno tiene función yogur lo tendréis durante unas 6 horas. Mi horno me marca 42 grados con vapor, porque tiene cajón de vapor. Si el vuestro es un horno convencional tendremos que hacerlo de la siguiente forma.
Pondremos a 45 grados el horno y un cuenco de agua hirviendo apto para microondas dentro del mismo. Además taparemos los yogures con un paño para que mantengan la temperatura. Dejaremos en el horno un mínimo de 6 horas (comprobad que han cuajado, aunque se cuajarán completamente en el frigorífico).
Después de pasado este tiempo sacaremos del horno, dejamos enfriar y llevaremos a la nevera hasta que se enfríen totalmente.
A la hora de servir podéis acompañarlos de mermelada casera o de fruta. De cualquier forma estarán deliciosos.
Feliz jueves.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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