La sencilla elaboración de este pan de semillas sin harina se la debemos a la avena que junto con el agua nos ayuda a unir todos los ingredientes dando forma a un pan de textura compacta que a mí me recuerda al típico pan alemán.
Avena – un básico en mi dieta, que utilizo en desayunos, postres y ahora hasta para hacer pan. Es un cereal cuyos carbohidratos son de lenta absorción lo que lo hace todavía más adecuado para tomar en el desayuno y encarar el día con energía. Otro componente a destacar es su gran aporte en fibra, así también estaremos dando al cuerpo la fibra que necesita desde bien temprano para que no se nos olvide. Además podéis encontrar avena sin gluten y así poder disfrutar de este pan.
Con el resto de ingredientes voy a ser más breve pero podría hablaros de ellos durante horas. Varios incluso nos aportaran los mismos nutrientes pero con distinta procedencia. Cualquier duda me podéis escribir en los comentarios.
Linaza – Omega 3, proteína y fibra
Almendras – Grasas insaturadas, hidratos de carbono y mucha fibra
Pipas de girasol – Tan ricas en magnesio, fósforo y zinc que nos ayudan mucho a cubrir nuestra necesidad diaria de estos minerales.
Ahora que sabéis lo que estáis comiendo en este pan es hora de probarlo, ¿verdad? Podéis cortarlo en rodajas finas fácilmente y tostarlo, congelarlo o comerlo tal cual. Yo lo utilizo tanto para dulce como salado, en las fotos lo veis con la mermelada casera de chía y un poquito de mantequilla. Estaba riquísimo y fue mi desayuno al acabar la sesión de fotos.
¿Os ha gustado esta receta? Espero vuestros comentarios y me encantaría ver el resultado. ¡Etiqueta a #shoothecook en tu foto de Instagram para que no me la pierda!
Pan de semillas sin harina, sin lactosa y vegano
Un pan de semillas sin harina, sin lactosa y sin huevo. Un pan rico y nutritivo que sale siempre a la primera. ¡Sin darte cuenta habrás hecho tu propio pan!
1 taza (150g) de pipas de girasol al natural
¾ taza (100g) de semillas linaza
1/2 taza (80g) de almendras
1+ 1/2 tazas (150g) de copos de avena gruesos o finos
1/3 taza (50g) de semillas de linaza molidas
1 1/2 cdtas. de sal
1 Cda. de sirope de ágave o miel
5 Cdas. de aceite de coco derretida
1 + 1/2 tazas (375ml) de agua templada
Mezcla en un bol todos los ingredientes secos. En otro mezcla recipiente mezcla el aceite de coco, el sirope de agave y el agua. Vierte sobre los secos y mezcla bien para que se empiece a formar una pasta.
Tapa el bol y deja que repose durante 1-2 horas. Después unta un molde con un poco de aceite de coco y vierte la masa, como es muy densa tendrás que ayudarte de una paleta o cuchara para ir aplastándola y que no queden huecos sin llenar en el molde o si no al cortarlo después se desmigará más.
Hornea a 180º durante 1 hora, sácalo y deja que repose 15 antes de sacarlo del molde. Después quita el molde y espera hasta que esté totalmente frío para cortarlo y que no se rompa.
Se puede cortar en rebanadas y congelarlo, así solo tienes que sacarlo y meterlo unos minutos al tostador.
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