Nosotros vamos a comenzar el otoño con una receta hyggelig, hoy vamos a preparar un plato que nos encanta, pollo a la sangría. Si te gusta el pollo y la sangría esta es tu receta, porque el pollo a la sangría es aromático, tierno y con un ligero sabor a vino especiado.
Los ingredientes que vamos a necesitar para seis personas son:
400 g de patatas
1 pollo
1 cebolla mediana
3 cebollas pequeñas
2 dientes de ajo
2 puerros
6 zanahorias medianas
2 hojas de laurel
2 ramitas de romero
4 ramitas de tomillo
100 ml de vermú blanco
1 botella de sangría
1 brick de caldo de pollo
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
Me encanta la patata y como acompañamiento es una buena opción. La podemos cocer mientras esperamos a que el pollo se haga o utilizar unas que ya estén cocidas, ahorrándonos tiempo.
Nosotros vamos a utilizar un pollo orgánico gallego libre de antibióticos y una alimentación a base de pienso de maíz y otros cereales.
El laurel es del huerto de mis padres mientras que las ramitas de romero y tomillo están recién cortadas de mi pequeño huerto.
A mí me gusta echarle vermú a la sangría, por eso vamos a utilizarlo para esta receta.
En cuanto al caldo, si es casero mucho mejor. Pero en esta ocasión vamos a utilizar el caldo de pollo de Aneto Natural.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar las verduras. Pelamos las cebollas y, a la mediana le clavamos los clavos de olor. Pelamos los ajos, los aplastamos con un cuchillo y desechamos el centro, que es lo que hace que se repita. Lavamos y secamos bien las zanahorias, desechamos los extremos y la cortamos por la mitad, a continuación las picamos. Pelamos, lavamos y secamos los puerros y los cortamos en rodajas no muy finas. Lavamos y secamos las hiervas aromáticas.
Si el pollo ya viene troceado, nos ahorramos el tiempo y esfuerzo de trocearlo. En esta caso, viene entero y lo vamos a cortar en 6 piezas.
Una vez tenemos todos los ingredientes listos, nos ponemos a cocinar. Colocamos una olla grande en el fuego y añadimos el aceite. Para estas recetas me gusta utilizar mis ollas de hierro fundido, en este caso la roja de Kitchen Aid.
Cuando el aceite esté caliente, introducimos la mitad de las piezas de pollo, salpimentamos al gusto y las sellamos. Para ello, el fuego tiene que ser fuerte, de manera que la carne se dora por fuera pero no se hace por dentro. Cuando estén, las sacamos y las colocamos en un plato. Repetimos la operación con el resto del pollo.
Una vez el pollo esté listo y fuera de la olla, bajamos el fuego y colocamos las cebollas y el ajo y dejamos que se hagan a fuego medio durante 5 minutos, removiendo de vez en cuando para que se hagan por todos los lados por igual.
A continuación, añadimos la zanahoria, el puerro y las hierbas aromáticas y las cocinamos durante 5 minutos más, removiendo de vez en cuando.
Agregamos el vermú y desgrasamos la olla. El alcohol nos va a ayudar a que la parte que queda pegada en el fondo de la olla se despegue. Dejamos que el vermú se evapore dándole sabor a las verduras.
Una vez el alcohol se haya evaporado, colocamos el pollo en la olla. Vertemos la sangría sobre el pollo. Vertemos el caldo hasta que la carne quede totalmente cubierta. Removemos para que se mezcle bien con la sangría y llevamos a ebullición.
Bajamos el fuego y dejamos cocinar a fuego lento. La duración de la cocción depende de la potencia del fuego, de la olla utilizada y de la dureza de la carne. Yo lo he tenido al fuego alrededor de 1 hora y 45 minutos.
Transcurrido este tiempo, agregamos la patas cocidas y dejamos cocinar unos 15 minutos para que absorban los aromas y sabores del guiso.
Presentación:
Llevamos la olla al centro de la mesa y la colocamos sobre un salvamanteles para que el calor no dañe la mesa. Servimos el pollo a la sangría en un plato grande de servir.
En cuanto al maridaje, podemos acompañar este plato con una sangría, como la que hemos cocinado, "Lola Mola", eso sí, bien fresquita. Se trata de una sangría tinta española.
Pero, para esta ocasión, nosotros hemos elegido un vino tinto desalcoholizado del 2019, de Bodegas Torres, "Natureo." Elaborado con uvas Garnacha y Syrah que después de pasar por un proceso de fermentación y envejecimiento en roble francés, se extrae el alcohol a baja temperatura, manteniendo todo su aroma y sabor. De color cereza oscuro con aroma a frutos rojos y un fondo dulce a compota de membrillo y clavo, que lo hace ideal para acompañar a esta receta.
¿Qué te parece este plato? A nosotros nos encanta. Además se trata de una receta hyggelig porque necesita un tiempo de cocción largo. Durante ese tiempo de espera, podemos hacer otras cosas o disfrutar de ese tiempo para nosotros, ya sea leer un libro, ver unos capítulos de la serie que nos gusta.... o escribir un post como este.
Bon appétit!
Fuente: este post proviene de Pequeños Accidentes, donde puedes consultar el contenido original.
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