A pesar de llevar leche condensada, el sabor dulzón de esta queda compensando con el ácido de los limones. Os gustará.
¡Los amantes del limón y los cocineros perezosos adoramos este pastel tan fácil de preparar!
Ingredientes:
Para la base
100 gramos de galletas tipo Digestive o Maria
40 gramos de mantequilla
Para el relleno
350 gramos de leche condensada
3 limones
3 huevos
Preparación
Utilizad un molde redondo de 20cm de diámetro.
Para preparar la base de la tarta, triturad las galletas y mezcladlas bien con la mantequilla derretida (podéis derretirla en el microondas). Las galletas deben estar bien trituradas (casi polvo) para obtener una masa fina y compacta. Con esta masa cubrid la base del molde y ¡apretad bien!. Podéis hacer que suba la masa un poco por el lateral para que tenga más consistencia. Metedlo en la nevera para que solidifique mientras preparamos el resto. Encended el horno para precalentarlo a 165 ºC. Y ahora id preparando el relleno de la tarta.
En un bol mezclad la leche condensada con las yemas, la ralladura de uno de los limones y el zumo de los tres. Podéis utilizar la la batidora o unas varillas para mezclar todos los ingredientes.
Aparte, en otro recipiente, montad las claras a punto de nieve y cuando estén bien firmes las añadís poco a poco a la mezcla con una espátula y movimientos delicados, de forma que la mezcla no baje demasiado.
Sacad el molde de la nevera y untad bien los laterales con mantequilla para evitar que el relleno de la tarta se pegue y se rompa al sacarla. Verted el relleno sobre la base.
Cocinad en el horno durante unos 40-45 minutos aproximadamente. Podéis comprobar con un palillo; saldrá limpio cuando esté hecha. Después apagad el horno y dejad la tarta dentro con la puerta entreabierta, para que pierda el calor de modo gradual.
Deberéis dejar enfriar la tarta antes de guardarla en la nevera. Necesitará como mínimo unas 6 horas antes de poder sacarla del molde así que no seáis impacientes. Sacadla del molde con cuidado y ya podéis servirla.
Podéis decorar la porción cortada que vayáis a servir con un poco de nata montada (crema de leche).
¡Buen provecho!