¿Harto de las cenas navideñas? Hoy te propongo la alternativa: el desayuno navideño.
Podéis hacerlo en la oficina, llevar algo entre todos y montar el chiringuito allí. Aunque como verdaderamente mola este plan es hacerlo en fin de semana, con calma y dejándote llevar. Olvídate de la típica cena con menú; este año los reencuentros con las amigas de la universidad o la reunión anual de primos se celebrarán con un Brunch Navideño.
Como ya os dije, la vida de Vane y la mía están unidas por un montón de casualidades. Una de ellas es que dos de mis mejores amigas fueron compañeras suyas de trabajo. Así que no se nos ocurrió un mejor plan para nuestra colaboración mensual que juntarnos y preparar este desayuno especial.
Lo hicimos en casa de Elena. Ella tiene una marca de decoración y complementos llamada Mare, que acaba de lanzar web y pronto tendrá tienda online. Su piso es precioso: lleno de luz y de detalles que ella misma ha hecho.
No nos quisimos complicar mucho porque la idea era disfrutar de un rato todas juntas. Repartimos la comida y la llevamos entre todas. Por una vez, no me tocó lo dulce porque se encargó Vane, con dos recetas del blog: Brownie cheesecake y Cinnamon rolls. Espectaculares!!!
Yo hice unos sandwiches, que para no perder la costumbre fueron dulce-salados.
Sandwich de queso a la plancha con jamón y mermelada de cereza (receta de Homemade decadence)
Ingredientes:
- Pan de sandwich
- Jamón braseado
- Queso brie
- Mostaza en grano
- Mermelada de cereza
- Mantequilla
Preparación:
- Untar una rebanada de pan con mermelada de cereza y otra rebanada con mostaza en grano. A la rebanada de mermelada, le ponemos queso brie y a la rebanada de mostaza jamón braseado.
- Lo juntamos como un sadwich y le ponemos un poco de mantequilla por fuera para calentarlos después en una sartén. Cuando veamos que se tuestan y el queso se derrite estará listo.
- Lo cortamos en cuatro y lo insertamos en un palo de brocheta.
Es el sandwich perfecto.
La decoración sencillita: dejamos la mesa con la madera vista, el menaje en negro, blanco y mint y colocamos algunos detalles navideños como ciervos, piñas, troncos y pequeños pinos repartidos por la mesa. Los cubiertos los atamos con una servilleta roja porque el rojo siempre es navideño, por eso, también pusimos una tetera de ese color y como detalle para las invitadas un bote de granola.
Lo que empezó siendo un desayuno a las 10 de la mañana, terminó siendo una merienda a las 5. Así que como podéis imaginar salimos redondas de tanto comer, con la boca seca de tanto hablar y con agujetas de tanto reir. En mi opinión, esos son los ingredientes que deberían tener todas las reuniones navideñas.
¡Gracias chicas y feliz puente a todos!