Uno de los platos veraniegos más famosos de Málaga es sin duda el ajoblanco. Se trata de una sopa fría cuya base es el ajo y la almendra y que solemos tomar acompañado de uvas moscatel o pedacitos de melón. El truco como siempre suelo decir está en la calidad de los ingredientes y en preparar la receta con mucha paciencia y cariño.
Ingredientes:
1 ó 2 dientes de ajo (según la fuerza que le queramos dar)
200 gr de almendras crudas peladas
Pan cateto "asentao"
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de vino
Agua fría
Uvas moscatel
Melón
Esta receta se hacía tradicionalmente con un mortero pero nosotros vamos a utilizar la batidora.
En un recipiente amplio ponemos las almendras y los dientes de ajo. Si no queremos que el sabor sea muy fuerte podemos quitarle la parte central a los dientes de ajo o poner solamente uno.
Añadimos un poco de sal y batimos bien toda la mezcla.
En otro recipiente ponemos la miga del pan cateto y la empapamos con agua fría. Ponemos solo la miga para que nuestro ajoblanco quede blanco ya que la corteza le daría un color tostado.
A la almendra molida con los ajos le agregamos la miga de pan y batimos hasta obtener una crema homogénea.
Seguimos batiendo y agregamos medio vaso de aceite de oliva en hilo para que emulsione poco a poco nuestro ajoblanco.
Sin dejar de batir añadimos un poco de vinagre y tres vasos grandes de agua fría. Probamos y rectificamos de sal o de vinagre en caso de que sea necesario. Debe quedar suave de vinagre ya que al guardarlo en el frigorífico se acentúa su sabor y quedaría demasiado fuerte.
Servimos bien frío acompañado de uvas y melón.