El ajoblanco siempre me despertaba curiosidad, me resultaba raro eso de una sopa fría echa a base de almendras, pero ahora que la he probado puedo decir que me encanta. Como en todas las recetas tradicionales, se puede encontrar en diferentes versiones, mas líquida, mas espesa... Yo he preferido darle una textura mas de sopa que de crema, pero vosotros podéis corregirlo a vuestro gusto variando la cantidad de agua añadida...
Ingredientes para dos personas:
- 150 gr. de almendras.
- 40 gr. de miga de pan blanco (mejor del día anterior).
- 1/2 diente de ajo.
- 125 ml. de aceite de oliva.
- 375 ml. de agua fria.
- Sal.
Remojad con un poco de agua la miga de pan blanco y reservadla.
Poned las almendras en la picadora y moledlas bien hasta que quede un polvo de almendra lo mas fino posible.
Pasad entonces el polvo de almendra al vaso de la batidora junto a la miga de pan, el ajo y un tercio del agua. Trituradlo todo bien con la batidora de brazo hasta hacer una pasta uniforme.
Añadid entonces el vinagre y después el aceite de oliva, poco a poco en un fino hilo mientras seguís batiendo, como si estuvieseis haciendo una mayonesa.
Después, con la mezcla ya bien ligada, incorporad al vaso el resto del agua y mezcladlo todo bien con la ayuda de la batidora. Una vez listo corregid el punto de sal y de vinagre a vuestro gusto y servid el ajoblanco acompañado de unas uvas.
Fuente: este post proviene de Hoy para cenar, donde puedes consultar el contenido original.
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