La receta no es nada complicada, las albóndigas son las de siempre pero con otra salsa. Sabrosas, sencillas y ricas. Eso sí, os aconsejo que compréis un buen curry, mejor en una tienda especializada, porque no todos son iguales ni de la misma calidad. Y ahora, ¡vamos con la receta!
INGREDIENTES
Para las albóndigas: 600 gr de carne picada (de ternera, cerdo o mixta), 100 gr de miga de pan remojada en leche, 1/4 de cebolla, 1 diente de ajo, 1 huevo, 1 ramita de perejil, harina, aceite de oliva, pan rallado si fuese necesario, pimienta y sal.
Para la salsa: 1 cebolla, 2 zanahorias, 2 cucharadas rasas de curry amarillo, 1 vasito de vino blanco, caldo de pollo, pimienta y sal
ELABORACIÓN:
1. Comenzamos preparando las albóndigas. En un recipiente ponemos la carne, con la cebolla y el ajo picados muy finitos (los míos en picadora), la miga de pan escurrida y en trocitos, el perejil picado y el huevo. Salpimentamos al gusto y mezclamos bien.
2. Tomamos pequeñas porciones de carne, de una en una, y vamos formando las típicas bolitas de albóndiga y pasándolas por harina. Si la mezcla resulta demasiado blanda para manipularla podemos añadir un poco de pan rallado.
3. Una vez que tengamos todas las bolitas formadas, ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y las freímos hasta que estén bien doradas. Reservamos.
4. Por otra parte, ponemos una cacerola al fuego con un fondo de aceite (si queréis podéis utilizar el que os haya sobrado de freír las albóndigas). Añadimos la cebolla y las zanahorias picadas y las sofreímos. Incorporamos el vasito de vino y el curry. Removemos y dejamos que se evapore el alcohol un par de minutos. Agregamos las albóndigas y caldo de pollo casi hasta cubrirlas. Salpimentamos al gusto y dejamos que se cocinen a fuego suave unos 15 o 20 minutos, moviéndolas de vez en cuando para que no se peguen. Veréis que la salsa se irá espesando a medida que el líquido se consume, si fuese necesario añadid un poco más de caldo.
5. A la hora de servir podéis poner las albóndigas con la salsa tal cual os haya quedado, o bien, triturar la salsa con una batidora eléctrica y volver a calentarla con las albóndigas justo antes de emplatar.
¡Buen provecho!
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