Este plato de mar y montaña, sabroso y contundente, es un clásico en casa que se ha resistido a aparecer en el blog, pero al final se ha hecho el hueco. Las carnes y la sepia dejan envolver sus propios sabores con los fijos del sofrito y la picada, y los más novedosos de la salsa de la sepia y el chocolate. Hay que ser generosos con el pan y acompañar con un buen vino.
Ingredientes
Para 6-8 personas (y si sobra, para el tuper)
Para las albóndigas
500 gr. de carne de ternera picada
500 gr. de carne de cerdo picada
1 huevo grande
2 cucharadas de pan rallado
2 dientes de ajo
1 cucharada de perejil fresco
sal y pimienta
1 cucharadita de canela
Para el resto
1,5 kg de sepia
3 cebollas tiernas
2 cucharadas de sofrito
1 litro de caldo de pescado
1vasito de vino blanco
1 cucharada de cacao en polvo
2 cucharadas de picada (avellanas o almendras, ajo, perejil, pan, azafrán)
AOVE (aceite de oliva virgen extra)
Preparación
Empezar por hacer las albóndigas.
Picar, muy fino, los dientes de ajo y unas ramitas de perejil.
En un bol mezclar la carne de ternera y de cerdo, dos o tres cucharadas de pan rallado, el ajo y el perejil picados, el huevo, sal y pimienta al gusto, y una pizca de canela. Mezclar todos los ingredientes hasta que la pasta sea homogénea.
Formar las albóndigas, nosotros las hacemos de unos 20 gramos aproximadamente, quedan de un tamaño mediano muy digno y se empapan mejor de los sabores de la salsa. Reservar.
Limpiar la sepia (mejor si os lo hacen en la pescadería) y cortarla en trozos pequeños. Sobre todo conservar la melsa o salsa de la sepia: es una sustancia con textura cremosa y color marrón encerrada por una membrana en las vísceras, que potencia el sabor del plato de manera increíble (tenéis una foto un poco más abajo). Reservar.
Colocar una cazuela al fuego y cubrir la base con aceite de oliva.
Pasar las albóndigas por pan rallado y freírlas en el aceite. Retirar y colocar en un plato sobre papel de cocina para que escurran el exceso de aceite, reservar.
Picar fino las cebollas tiernas y freír en el mismo aceite de las albóndigas.
Cuando la cebolla esté dorada, añadir la sepia. Rehogar un par de minutos y añadir el vino blanco y dejar que se evapore el alcohol.
Añadir el sofrito (podéis ver nuestra receta aquí), en caso de no tener podemos sustituirlo por dos tomates maduros rallados que dejaremos cocer brevemente.
Calentar el caldo de pescado para que al añadirlo no baje la temperatura. Apartar un vasito para disolver la picada que pondremos al final.
Cortar las membranas de la salsa de la sepia y verterla sobre un colador, remover con ayuda de una cucharita para colarla y disolverla en el caldo.
Añadir las albóndigas y a continuación el caldo de pescado enriquecido, remover, y dejar cocer unos 20 minutos aproximadamente.
Preparar la picada. Colocar en el mortero las avellanas (o almendras) tostadas, el pan, el ajo y el perejil picados y unas hebras de azafrán y majar bien hasta obtener una pasta fina. Reservar.
Por ultimo, añadir el cacao en polvo (en su defecto chocolate de cobertura finamente rallado) y la picada disuelta en el vasito de caldo reservado, remover bien para que se reparta, y dejar cocer otros 15 ó 20 minutos. Retirar del fuego y a los platos.
Cortar abundante pan, si es casero mejor, y a mojar!!!
Si las probáis ya nos diréis, son toda una experiencia gastronómica.