Agarrar con el dedo indice y el pulgar de la mano izquierda el labio superior, a continuación con el dedo indice y el pulgar de la mano derecha el labio inferior. Tirar suavemente hasta que los labios formen un piquito y abrir y cerrar con mivimientos continúos, diciendo al mismo tiempo: papas fritas con tomate, papas fritas con tomate.....lo más rapidamente que se pueda decir; era un juego de mi padre cada vez que había para comer éste plato.
Papá: haz el gatito......Y le faltaba tiempo para imitar el maullar de un gato pequeño, haciendo salir aire entre sus dientes y sus labios de tal manera que parecia un “gatillo”....
Papá: ahora la perdiz...y mi padre pacientemente inflaba su moflete, hacía hueco con su mano izquierda en sus labios y golpeaba con los nudillos de su otra mano su cara haciendo a la perfección el canto del pájaro perdiz.
Papá, pápá....hazme las siete caras...y ahí era cuando ya me “partía” de risa viendo las diferentes mojigangas que realizaba a cual más extraña con tal de escuchar mi risa, tapando con sus manos sus rostros y sorprendiéndome hasta siete veces con muecas cada vez más rara y graciosas; siempre terminaba imitándole logicamente.
En sus últimos meses de vida, a pesar de su dura enfermedad, solía hacer reir con sus juegos, con sus bromas a mi hija que con sus dos añitos miraba embelesada a mi padre, él disfrutaba con ella y veía en ella, aquella niña a la que adoraba: su hija.
Así era mi padre, severo pero dulce, recto pero bromista, serio en contadas ocasiones....pero divertido y ante todo, mi padre, por el que a pesar de los avatares de la vida, siempre tuve verdadera pasión.
Es imposible desconectar las comidas, los platos que se preparan de los momentos vividos, de los recuerdos familiares, sus sabores, los olores inclusive el nombre de sus recetas nos trasladan, nos hacen viajar en el tiempo, nos hace soñar y añorar.
No hay una vez que haga tomate frito, que recuerde que era uno de los platos preferidos por mi padre, junto con el magro con tomate, cuando en los años 60 era conductor de los autobuses Suburbanos y mi madre le preparaba su fiambrera con su cena y que al mezclarlo con patatas fritas no me den ganas de repetir: “papa frita con tomate”.
En ésta ocasión, hice unas albóndigas de ternera con tomate frito natural, por supuesto con patatas fritas, sin dejar de repetir: "papas fritas con tomate".
¿Qué pasos seguir?
Preparar las albóndigas:
En un bol poner la ternera picada (medio kilo), dos dientes de ajo y un trozo pequeño de cebolla muy picaditos, pan asentado remodajo en un vaso de leche, dos huevos y perejil fresco picadito.
Remover todo el conjunto (a ser posible con las manos) de tal manera que quede toda la masa bien homogénea, salándola al gusto.
Hacer bolas, pasarlas por pan rallado y freir en abundante aceite de oliva muy caliente con objeto de que queden crujientes y doradas.
Ponerlas a escurrir y reservar.
Preparar la salsa de tomate:
Rallar los tomates, pasar por un colador a fin de que no llegue a la sartén las semillas, sólo la pulpa.
Poner en una sartén un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra ( estoy usando aceite de la zona de Mondrón, Periana y de Rio Gordo...malagueño), incorporar media cebolla fresca picadita en trozos pequeños y pochar a fuego lento con cuidado de que no se queme, añadir el tomate, salar al gusto.
Estará listo cuando burbujee el aceite por encima del tomate.
Echar las albóndigas en la sartén, un chorreoncito de vino blanco (uso un fino amontillado) y un vasito de agua, dos hojas de laurel, unos cuantos granos de pimienta negra, dejando cocer unos minutos hasta conseguir la textura deseada para la salsa.
Servir acompañando las albóndigas con patatas fritas.
No puedo cerrar ésta entrada sin una foto de un cuadro pintado por mi suegro (es un artista como la copa de un pino) que cuelga en su casa y que me encanta, ya que es un fiel reflejo, casi una foto del almirén de mi madre, que a pesar de tener el artilugio más de 60 años se conserva intacto en mi cocina real.
Quiero dedicarselo a una magnifica cocinera, mejor persona, nunca falta con sus cariñosas palabras un comentario suyo en mis recetas, ella es Reme (Orquidea 59) que nos deleita con sus platos desde su blog: Mi rincon en la cocina-Orquidea 59. blogspot.com
Reme, gracias por acompañarme.