Estaba mi dueña pensando qué hacer con la carne picada que tenia y pensó ¿por qué no hacer albóndigas suecas?.
Tras leer varias recetas de albóndigas suecas finalmente decidió hacer su propia versión
El resultado son unas albóndigas suecas jugosas y con un toque genial que le dan las especias. Además, combinadas con el dulce, son un aperitivo rico y sorprendente
Albondigas "Suecas"
Ingredientes
- Una patata de aproximadamente 100 gr
- Una cebolla de aproximadamente 100 gr
- 50 gr mantequilla
- 500 gr carne picada
- 50 gr pan rallado
- 150 gr leche evaporada (o nata (crema de leche)/crema de leche)
- 1/4 cucharadita jengibre
- 1/4 cucharadita nuez moscada
- 1 cucharada orégano (o perejil)
- Sal al gusto
- Harina
- Mermelada de alguna fruta roja o del bosque (fresa, frambuesa, arándano, frutas del bosque, mora...)
Preparación
1.- Cuece la patata. Lo puedes hacer al fuego, dentro de una cazuela con agua o en el microondas.
Si escoges hacerlo en el microondas, pon la patata sin pelar en el microondas a temperatura media, durante 5 minutos. Si pasado este tiempo la patata no está tierna, ve poniendo un minuto más cada vez ¡Cuidado que quema!
2.- Mientras, pica la cebolla y pon la mantequilla en una sartén. Cuando la mantequilla se haya derretido, echa la cebolla y ve moviendo de vez en cuando hasta que esté dorada y haya reducido de tamaño. Déjala enfriar un poco
3.- Pon en un bol la carne picada y desmenúzala con las manos si estuviera muy apelmazada
4.- Añade la patata aplastada, la cebolla con mantequilla y el resto de ingredientes. Mezcla bien con una cuchara de madera al principio y después con las manos. Asegúrate sobre todo que las especias estén muy bien mezcladas
5.- Mete la carne unos 20 minutos al congelador para que coja un poco de consistencia. También puedes meterlo una hora en el frigorífico
6.- Pon harina en un plato plano, saca la carne y ve haciendo bolitas de unos 20 gr. Pasa cada bola por harina y pásalas un poco de una mano a otra para quitar el exceso
7.- Fríe las albóndigas en abundante aceite. Asegúrate de que esté caliente, pero no demasiado, porque quieres que se cocinen por dentro sin quemarse. Al principio ponlas en la sartén y ve dándoles vueltas para que no se quemen y después déjalas un poquito para que terminen de hacerse. Sácalas a un plato con un papel de cocina para eliminar el exceso de aceite
8.- Sírvelas acompañadas de la mermelada
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