Para contestar esta pregunta, primero debemos aclarar, qué es realmente un producto ecológico.
Es aquel producto que ha seguido unas normas de producción y gestión agrícola determinada, y son obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales en su totalidad.
Su principal característica, es que tiene en cuenta:
el cuidado del medio ambiente
la conservación y mantenimiento de los recursos naturales
el bienestar animal
y no se utilizan productos químicos de origen sintético, solo sustancias de origen natural.
Por tanto, lo que se consigue con estos productos es, por un lado el preservar el medio ambiente, algo realmente beneficioso para todos y por otro, satisfacer al consumidor que requiere de estos productos.
Hasta aquí lo bonito, sin embargo al leer detenidamente las normas que rigen este tipo de producción, observamos que por ejemplo, si está permitido el uso de sustancias químicas “naturales”, que están en el medio, pero resulta que hay ciertas sustancias, que por muy naturales que sean, podrían resultar tóxicas si se acumulan en los alimentos.
Ecológico…sinónimo de proximidad y de temporada
Por otro lado, son muchos los que piensan que al comprar productos ecológicos, estos probablemente sean de una huerta cercana, es decir producto de proximidad, en cambio esto no tiene porque ser así. Muchas veces compramos fruta con denominación “ecológica” que proviene de países muy lejanos.
Desde los años ochenta, se permite el uso de cámaras frigoríficas para retrasar la maduración de la fruta y de este modo aumentar su vida comercial, con esto se detiene el proceso de la descomposición de los tejidos que se daría de forma natural.
Esta práctica, altera también el normal desarrollo del producto, de modo que cuando la fruta llega al punto de venta tiene mejor aspecto, sin embargo esto, retrasa mucho su maduración.
Por otro lado en agricultura ecológica, está permitida la maduración de los productos en cámara frigorífica, ello implica que tal vez estemos consumiendo productos ecológicos, si, pero ni de temporada, ni en su punto óptimo de maduración, cuando esta debería ser una premisa fundamental de una producción ecológica, que realmente se preocupa por el medio ambiente y por una agricultura sostenible y de proximidad.
Entonces comprar un producto ecológico, no nos garantiza para nada, que este sea un producto de cercanía y de temporada, por lo que daría lo mismo sí optamos por productos procedentes de agricultura convencional.
Es más interesante consumir una naranja en temporada, sin que tenga sello de ecológica, que una naranja en agosto y con sello de ecológica, pues muy probablemente esta no será de proximidad o tal vez lleve madurando en una cámara frigorífica varios meses.
Ecológico…sinónimo de sabroso
Hay quienes consideran que un producto por ser ecológico, resultará más sabroso.
Realmente esto no tiene porque ser así, el tratamiento que se le da a un producto, no determina el sabor del alimento.
El sabor de un alimento generalmente viene determinado por su proceso de maduración, es decir si este se recoge y se vende en el momento preciso, esto será lo único que hará que su sabor sea más o menos intenso, siendo valido tanto para un producto procedente de agricultura ecológica como convencional.
Un ejemplo lo vemos con los tomates, ” ecológicos” y “no ecológicos”, todos comentamos que la mayoría de ellos no tienen sabor, y la causa es que encontramos tomates prácticamente todo el año, de modo que estos no proceden de la época del año en que deben encontrarse como óptimos para su consumo. Y lo dicho anteriormente del proceso de maduración en cámaras.
Ecológico…sinónimo de saludable y nutritivo
En cuanto a las características nutricionales de los productos ecológicos, son muchos los que consumen este tipo de producto porque consideran que estos son más saludables, y que nos aportan más nutrientes.
En este punto hay controversia, sin embargo en estudios (aquí te dejo el enlace), muy bien hechos, con buenas bases científicas, concluyen en que no hay apenas diferencias significativas entre estos y los procedentes de la agricultura convencional.
Si, nuestro interés por los alimentos ecológicos, sólo radica en buscar la calidad nutricional de los alimentos, debemos saber que ello no justificaría realmente el sentido de su uso.
Ecológico…sinonimo de “sin plaguicidas”
Esto es completamente cierto.
Donde si se pueden observar diferencias con respecto a los productos convencionales, es a nivel de contenido en plaguicidas, en los ecológicos no encontramos, esta agricultura no los utiliza, por no estar permitido.
Debemos saber que hay estudios donde se ha demostrado que el uso de plaguicidas, no repercuten en nuestra salud, ni a corto ni a largo plazo, por lo que consumir productos tratados con plaguicidas es totalmente seguro para nosotros.
Por ello es importante entender que los productos de producción ecológica no son ni mejores ni peores que los convencionales, estamos hablado de que se gestionan de distinta manera