Naturalmente no son cien dientes de ajo, pero sí mucho. Pero muchos, muchos. Tantos como queramos. ¡Incluso más de cien! El secreto está en la cocción lenta que hace que el ajo se confite y resulte una maravilla comerlo con las alitas.
La única recomendación es hacerlo con ajos de calidad, porque, quien se anime, podrá comerlos. De hecho es una delicia comer una alita, luego un poquito de ajo (que se ha confitado durante la cocción), otra alita…y así.
Alitas de pollo a los cien ajos
Ingredientes:
800 gr. de alitas de pollo
Muchísimos dientes de ajo
Una buena rama de romero
Una buena rama de tomillo
Un poco de vino blanco seco
Un limón
Salsa de soja
Aceite de oliva
Sal marina
Pimienta
Preparación:
Salpimentamos las alitas y las ponemos a fuego fuerte en una cazuela con aceite de oliva
Las vamos removiendo para que doren más o menos por igual
Cuando ya veamos que no queda ninguna sin dorar, ponemos el fuego a medio y añadimos las ramas de tomillo y de romero y los dientes de ajo sin pelar
Dejamos así, a fuego medio/bajo, unos 30 minutos más o menos
Pasado este tiempo subimos el fuego y echamos un chorrito de vino blanco seco. Apenas dos cucharadas soperas
Al cabo de dos minutos, bajamos el fuego y exprimimos un limón. Usamos un colador para que no caigan pepitas.
Removemos durante dos minutos más. Apartamos del fuego y regamos con un chorrito de salsa de soja (también el equivalente a un par de cucharas soperas).
Mezclamos bien todo el conjunto y ya podemos servir.
Mira en vídeo cómo se hacen estas Alitas de pollo a los cien ajos:
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