El otro día me trajeron de Mallorca una sobrasada. Casi es un regalo obligado si se viaja a las Baleares. Eso, o una ensaimada. Es típico y tópico. Pero siempre se puede sacar provecho de un regalo así. Si se tratase de un “pongo”, objeto inútil que nunca sabes dónde poner, la cosa sería más difícil. Pero algo comestible siempre es aprovechable. Por ejemplo, puedes elaborar un rico aperitivo como el que hoy os proponemos. Sobre media patata asada, colocar queso y a continuación extender la sobrasada y añadirle un chorrito de miel. Es un contraste de sabores espectacular que no dejará indiferentes a quienes lo prueben.
RECETA
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INGREDIENTES
4 patatas medianas.
Queso de untar (queso brie o manchego).
200 g de sobrasada.
Miel.
Sal.
Pimienta.
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PREPARACIÓN
Lavar bien las patatas, secarla y cortarlas por la mitad a lo largo. Si no se sostienen bien, cortar un poquito la base.
Forrar una fuente con papel sulfurizado de modo que sobresalga bastante. Colocar encima las patatas, salpimentarlas y cubrirlas bien con el papel.
Introducirlas en el horno y asarlas durante 40 o 50 minutos, siempre dependiendo del tamaño de las patatas. Comprobar con una brocheta si están bien hechas, si la brocheta sale con facilidad, estarán en su punto.
Retirar las patatas del horno, destaparlas y dejar que se templen un poco. Untar la superficie con queso, poner encima una loncha de sobrasada y regar con un hilo de miel.
Meterlas durante 5 minutos en el horno bien caliente y servir inmediatamente.
Se puede decorar con unas ramitas de perejil y perifollo.
Se puede sustituir el queso de untar por queso brie, de tetilla o manchego semicurado.
Fuente: Cocina Lecturas nº 109