El maíz era un elemento importante en la dieta de los indígenas y el cultivo era diverso, en su mitología se hace referencia al maíz o a la mazorca como una "ofrenda que los dioses hicieron a los hombres".
Tradicionalmente, la preparación de arepas era más laboriosa y estaba reservada para la mujeres. En primer lugar se remojaban los granos de maíz, quitaban los cascos de los granos y molían estos hasta hacer una harina. Hoy en día ya tenemos la harina de maíz precocida y esto simplifica mucho el proceso.
Se cocinan asadas a la parrilla y se rellenan o acompañan con diferentes ingredientes según las regiones.
Os dejo la receta básica. Yo dividí en dos la masa y a una parte le añadí semillas de amapola, lino negro y avena, las he consumido para el desayuno con distintos ingredientes.
Ingredientes (para 12 unidades):
360 gr. de harina de maíz especial para arepas, 460 gr. de agua, 1/2 cucharadita de sal, 20 gr. de AOVE (yo les pongo aceite en lugar de mantequilla para que sean mas cardiosaludables)
Elaboración:
Mezclamos el agua, la harina, la sal y amasamos. Añadimos el aceite y mezclamos bien hasta obtener una masa suave.
Tomamos porciones de masa, ponemos entre film de cocina y aplastamos con el rodillo hasta conseguir el grosor deseado.
Retiramos el plástico, cortamos la masa en discos (yo lo hago con un tazón de desayuno), vamos poniendo las arepas en una sartén que tendremos al fuego ya caliente hasta que se doren.
Las dejamos encima de una rejilla para evitar que se ablanden producto de la humedad que se genera con el plato al estar calientes. Ya las tenemos listas para degustarlas con lo que nos apetezca.
Las que no consumamos las dejamos en crudo a falta de pasar por la sartén dentro de un tuper. Nos aguantan 3-4 días.