Hace unos días os conté que me habían invitado a comer arepas. Las probé por primera vez el año pasado en casa de mis tías Pepa y Lola.
Este año les dije que quería "documentar" la elaboración de las arepas, pues no las tenía en el blog, así que a medida que Pepa las iba haciendo yo hacía las fotos.
Ya os adelanté hace unos días la salsa que se usó para acompañar las arepas , una deliciosa guasacaca que sirve también para muchos más platos.
Las arepas son unos panecillos hechos con harina de maíz precocida. Se pueden preparar al horno, fritos o a la plancha. Nosotros las consumimos fritas. Es típico de Venezuela y Colombia, no sé si de algçun país más y ellos que son unos maestros en el arte de la arepa, la rellenan de muchas cosas, carne mechada, pollo, queso, aguacate, pescado... la imaginación aquí juega un gran papel.
A mi me gusta mucho la rellena con carne mechada, pero en la comida que me invitaron mi tia Pepa también puso un relleno de salmón ahumado con pimiento, cebolla y tomate muy picado. Las dos acompañadas de la salsa guasacaca, claro.
Bueno, la receta de las arepas es bien sencilla, hoy en día se usan harinas de maiz precocido que solo hay que mezclar con agua tibia y sal en las proporciones que indique el fabricante, por lo que la receta es muy simple. Vamos con el paso a paso.
INGREDIENTES:
600 gr de harina de maíz precocida (aproximadamente)
3 vasos de agua tibia
1 cucharadita de sal
PREPARACIÓN:
Ponemos la harina de maiz en un bol amplio con la sal y vamos añadiendo agua tibia (no toda) y mezclando hasta que obtengamos una masa elástica, lisa y manejable.
Cogemos porciones de masa y hacemos una bola, aplanamos y dejamos reposar unos minutos mientras se calienta el aceite. Freimos hasta que estén doradas.
Esta es la harina que usamos, hay varias marcas, algunas muy conocidas.
Mezclamos la harina con la sal y vamos agregando agua tibia poco a poco. Mirad las instrucciones del fabricante. Pero la masa debe quedar fácil de manejar y nada pegajosa.
Cuando la masa esté lista, cogemos porciones y hacemos una bola, aplastamos hasta que nos quede del tamaño de media mano, aproximadamente.
Las freímos en aceite caliente hasta que estén doradas.
Y las dejamos sobre papel absorbente.
Para rellenar solo abrimos la parte superior. Pero tened cuidado porque aguantan mucho el calor y nos podemos quemar.
Y ya solo queda rellenar al gusto, eso si, acompañarla de la guasacaca, veréis que ricas.