Con la llegada de la época navideña, una de nuestras mayores preocupaciones consiste en decidir qué cocinar para los días más señalados. El arroz es uno de esos ingredientes que puede salvarte, ya que es el protagonista de muchos platos que resultan vistosos, elegantes y que, además, están riquísimos. Todo esto sin mencionar que es una gran fuente de energía, así como un aporte de vitaminas y minerales necesarios.
Gracias a las nuevas tecnologías, nos resulta sumamente sencillo acceder a la receta de casi cualquier comida que tenga como ingrediente principal el arroz. Por ejemplo, podemos encontrar desde una receta de arroz al horno hasta una gran cantidad de recetas para hacer una paella valenciana.
Hoy, atendiendo a las medidas y las restricciones a las que nos encontramos sujetos debido a la situación actual, traemos como sugerencia para esas comidas en días especiales la receta del arroz caldoso con bogavante para 6 comensales.
Ingredientes para el arroz caldoso con bogavante:
· Dos huesos de rape
· Puerro
· Zanahoria
· Laurel
· 200 gr. de langostinos
· Cebollas
· Sal y aceite de oliva
· 500 gr. de arroz
· Tomate maduro
· Ajo
· 1 bogavante grande o 2 de tamaño mediano
· Pimentón dulce
· Hebras de azafrán
· Ajo
PREPARACIÓN DEL ARROZ CON BOGAVANTE:
Tiempo de realización: 1 hora y 30 minutos
El primer paso de nuestra receta consiste en preparar un caldo de marisco. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es pelar los langostinos. Las cabezas y las cáscaras las sofreímos con un poco de aceite de oliva hasta que estén de un color rojizo. Entonces añadimos 3 litros de agua, los huesos de rape, una cebolla entera, una zanahoria entera y un puerro entero, además de una hoja de laurel. Por último, añadimos sal al gusto y dejamos nuestro caldo hacerse durante media hora a fuego medio.
Tras ese tiempo, debemos retirar las verduras, el rape, el laurel y los langostinos. Estos últimos, antes de retirarse, se pueden batir para que suelten todo su sabor. Se recomienda pasar el caldo por un colador para retirar cualquier rastro de otro ingrediente y se deja cocer durante otros 15 minutos, pero esta vez a fuego suave.
Una vez que nuestro caldo esté terminado lo mantendremos caliente hasta que sea el momento de usarlo para el arroz.
El siguiente paso consiste en preparar el bogavante. Si lo hemos comprado fresco, o vivo, es aconsejable meterlo 15 minutos en el congelador para facilitar su preparación.
Lo colocamos boca arriba en alguna bandeja desde donde podamos después recoger todo el líquido que suelte. Separamos la cabeza del cuerpo, quitamos las pinzas y partimos la cabeza en dos mitades. A las pinzas se recomienda golpearlas con un martillo para facilitar el comerlas después. El cuerpo, o la cola, se corta en 4 trozos, utilizando como guía los anillos de la misma. Guardamos todo para más tarde.
En una sartén ancha y plana, o una paella si tenemos una, picamos dos dientes y ajo y una cebolla en trozos muy finos. Picamos un tomate mediano maduro, o lo rallamos, pelado y sin pepitas. Lo sofreímos todo durante unos 10 minutos, con aceite y removiéndolo. Añadimos sal al gusto.
Añadimos una cucharada de pimentón dulce apartando el sofrito del fuego, para que se mezcle sin quemarse. Al volver a ponerlo en el fuego, añadimos el jugo del bogavante que habíamos recogido de la bandeja, así como las dos partes de la cabeza, con la parte de carne hacia abajo. Cuando éstas estén de color rojizo, las apartamos.
Añadimos el arroz y lo mezclamos bien. Tras un par de minutos a fuego medio, añadimos el caldo que preparamos al principio. La proporción será 2 y medio o 3 de caldo por cada porción de arroz, dependiendo de si lo queremos más o menos caldoso. Removemos para repartir el arroz de forma uniforme.
Lo llevaremos a hervir para después añadir el azafrán y mezclarlo con cuidado. Bajamos a fuego suave-medio y lo dejamos cocer durante 20 minutos, pero comprobando que nunca se quede sin caldo.
Durante los últimos 5 minutos de cocción añadimos todas las partes del bogavante, incluidas, otra vez, las dos mitades de la cabeza, y los langostinos y comprobamos que la sal esté a nuestro gusto para poder rectificar y añadir más en caso de ser necesario.
Cuando esté en el punto deseado, lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar durante 3 o 4 minutos.
Una vez listo, lo servimos caliente.
El resultado es una receta deliciosa y no demasiado difícil, una comida ideal para cualquier día de estas fiestas, por lo que os animo a probar a prepararla en casa.