El arroz con leche es un postre casero, tradicional y auténtico, que nos ha acompañado durante toda nuestra vida. Seguro que tu abuela o tu madre o una tía (en femenino porque hace unos años no era muy habitual que los hombres cocinasen en casa) hacían un arroz con leche increíble, nada que ver con el arroz con leche que muchas veces nos encontramos como postre en los menús del día.
Las recetas más modernas añaden nata (crema de leche) o mantequilla, pero el arroz con leche ya es un postre bastante cremoso de por sí y no es necesario añadirle nada que aumente su cremosidad ya que ésta la facilita el mismo almidón del arroz que se ocupa de ligar los ingredientes.
Y, sobre todo, disfrutad preparando la receta: todo lo que se cocina con mimo sale mejor.
Ingredientes
(para 4 personas)
100 gramos de arroz de grano redondo
1/ litro de leche entera
1 cáscara de limón
1 rama de canela
canela en polvo
100 gramos de azúcar
Preparación
En una olla poned la leche, el arroz, las cáscaras del limón y la rama de canela. Calentad a fuego lento y no dejéis de remover. Dejadlo hervir, removiendo muy a menudo, unos 15 minutos pero ¡ojo! mucha precaución con el fuego durante la cocción para evitar que el arroz se os pueda pegar. Al removerlo también facilitáis que el arroz libere el almidón y la receta quedará más cremosa. Recordad que no debe llegar a hervir a borbotones fuertes en ningún momento porque cogería un regusto a quemado nada recomendable.
Pasados los 15 minutos, cuando el arroz esté casi hecho – ¡recordad remover! – añadid el azúcar. Dejad cocer 15 minutos más, hasta que el arroz ahora esté bien blando.
Apagad el fuego y retirad las cáscaras de limón y la canela en rama y mezclad bien. Dejad enfriar. Seguid mezclando de vez en cuando mientras lo dejáis enfriar, para que no se haga una costra por la superficie.
Para servirlo podéis poner el arroz en cuencos individuales y decorarlo con un poco de canela en polvo espolvoreada por encima. ¡Un placer!