Me encantan estos retos porque suelo conocer blogs muy interesantes como el de este mes. Se llama todocooking y pertenece a mi compañera Noemí. Me ha enamorado porque tiene unos recetones tremendos y muy variados. Definitivamente os recomiendo que le echéis un ojo, o los dos!!.
Entre tanta receta rica, me costó lo mío elegir, pero últimamente me ha dado por las tartas de queso (tranquilidad, no voy a dejar el vicio chocolatero, eso jamás!!!) y en cuanto vi esta cheesecake vegana fue amor a primera vista, además tampoco tenía que andar haciendo malabares para adaptarla a mi dieta porque ya era sin lactosa, sin gluten y sin azúcar, así que perfecto.
Eso sí, hice algunos cambios porque con el frío que hacía esta semana, para 3 cositas que me faltaban no tenía ninguna gana de salir a hacer la compra. Estoy en modo vagancia total después de la Navidad.
El caso es que como no tenía mermelada de frambuesas, hice un coulis de frutos rojos. Tampoco tenía margarina así que la sustituí por mantequilla vegana de coco. Y el sirope de agave, que se me acabó en navidades y aún no he repuesto lo reemplacé por edulcorante líquido.
Los ingredientes son para un molde de 18 cm. y lo mejor es hacer la tarta en un molde desmoldable pero yo no tenía uno de este diámetro y que además se desmontara. Así que forré el único que tengo de esta medida con papel vegetal y recé para que al tirar de él y desmoldar no se rompiera la tarta, cosa que no pasó porque como al enfriarse el aceite de coco de la base se vuelve a solidificar, queda una base bastante firme.
Ingredientes:
BASE:
90 gr. harina de avena sin gluten
40 gr. aceite de coco a punto de pomada
1 pizca de sal
RELLENO:
500 gr. yogur vegetal natural sin azúcar y sin edulcorar (en mi caso de soja)
40 gr. maizena (podéis usar otro almidón de maíz)
10 ml. edulcorante líquido
1 cda. zumo de limón
1 cdita. extracto de vainillaCOULIS DE FRUTOS ROJOS:
100 gr. frutos rojos congelados
1 chorrito de agua
5 ml. edulcorante líquidoElaboración:
Precalentamos el horno a 180º mientras preparamos todo.
Para hacer la base, mezclamos el aceite de coco junto con la sal y la harina de avena hasta conseguir una especie de arena. Extendemos en el fondo del molde procurando que nos quede lo más plano posible (podemos ayudarnos de la base de un vaso). Reservamos.
Para el relleno mezclamos todos los ingredientes con la batidora de mano para que no queden grumos y vertemos el resultado en el molde, sobre la base que teníamos reservada.
Metemos al horno durante 50 minutos a 180º con calor arriba y abajo. Para saber si el interior está cuajado, pinchamos con un palillo, si éste sale seco podemos sacar la tarta, sino la dejamos un poquito más en el horno.
Una vez horneada, sacamos y dejamos que se enfríe sin desmoldar. Cuando esté totalmente fría la metemos en la nevera hasta el día siguiente tapada con un papel film.
Para hacer el coulis, ponemos los frutos rojos en un cazo junto con el edulcorante y un poquito de agua. Cuando el líquido haya desaparecido casi por completo y tengamos una mezcla espesa, retiramos del fuego y dejamos que enfríe.
Sacamos la tarta de la nevera, la desmoldamos y vertemos sobre la superficie los frutos rojos.
Nos queda algo así:
Os dejo también una foto del corte para que veáis como queda por dentro:
On egin.