INGREDIENTES
- 1/2 Kg de Lomos de Bacalao desalado
- 2 ó 3 Patatas grandes.
- 1 cebolla
- 200 ml. de Nata (crema de leche) para cocinar
- 1 Cucharada de Maizena
- 2 vasos de leche
- Queso Rallado para gratinar
ELABORACION
En primer lugar, vamos a pelar las patatas y ha laminarlas como si fuéramos a hacer una tortilla con ellas y a cortar la cebolla en tiras. También podéis cortar las patatas en forma de dado si lo preferís, pero por mi experiencia, el resultado es mejor si las lamináis. Cuando tengáis todo cortado, en una sartén con abundante aceite de oliva, muy caliente, hay que freír las patatas (casi confitarlas). No deben quedar crujientes pero si blanditas. Si no al cocinarlas, veis que empiezan a dorarse en exceso sacadlas del aceite para que terminen de cocinarse en el horno.
Yo he utilizado lomos de bacalao que ya venían desalados, si solamente tenéis posibilidad de conseguirlo salado, ya sabéis que hay que desalarlo durante unas 48-72 horas en la nevera, cambiando el agua cada 12 horas. Para esta receta, hay que desmigar (o hacer lascas) los lomos, quitando las espinas con mucho cuidado de que no quede ninguna y retirar la piel.
Una vez limpio lo cocemos en leche durante unos 5 minutos para que quede más sabroso. Cuando haya terminado la cocción separamos la leche del bacalao con un colador y reservamos ambas cosas a parte.
En una sartén con poco aceite sofríe las tiras de cebolla y las migas de bacalao hasta que la cebolla esté cocinada.
En otra sartén vamos a hacer una especie de bechamel con un poco del aceite usado anteriormente y la cucharada de Maizena. Cuando la Maizena esté tostada ve añadiendo poco a poco la leche utilizada para la cocción del bacalao, sin dejar de remover hasta que espese la bechamel a tu gusto. Una vez preparada la bechamel, añade las migas de bacalao y las tiras de cebolla que habíamos reservado anteriormente y remueve durante algunos minutos.
Con el horno precalentado a unos 180º, pon en una fuente una capa de patatas. Cubre esta capa de patatas con la mitad de la nata (crema de leche) que te ha sobrado y sobre esta capa reparte la bechamel con lascas de bacalao que acabamos de hacer. Espolvorea queso rallado por encima y al horno hasta que esté doradito el queso. Os recomiendo que hornear este plato durante al menos 15 minutos para que las patatas se empapen bien con la nata (crema de leche) y se cocinen en caso de que os hayan quedado un poco crudas al freírlas. Para que no se queme el queso podéis poner papel de aluminio cubriendo la fuente durante los últimos minutos.
Este es el aspecto final del guiso una vez gratinado. Ten en cuenta que al meterlo en la nevera se endurecerán la bechamel y la nata (crema de leche) y será más fácil de servir en raciones individuales, pero se come caliente, por lo que os recomiendo servirlo en cazuelitas individuales como la de la foto de la portada.