La receta que os traigo hoy es un clásico de la cocina andaluza. Un plato de toda la vida, que encima encaja a la perfección como creación vegana o vegetariana. A mí me encanta, como andaluza que soy. Así que os presento estas riquísimas berenjenas fritas con miel.
El origen de esta plato se remonta a la época árabe y Andalucía, como muchos ya sabéis, es el máximo exponente de esta cultura en la actualidad, en la península. Por si queréis leer un poco más, existe todo un estudio sobre la historia de la berenjena y que podéis encontrarlo en las web Historia de la Cocina y la Gastronomía.
En mi caso, esta receta me trae muchos recuerdos. No tanto de Cádiz, de donde soy realmente, sino de mi época universitaria en Sevilla. Allí con mis compañeros de facultad, siempre íbamos a comer a un sitio en el centro, donde ponían unas tapas deliciosas.
Así fue como le cogí gusto a platos como el solomillo al whisky, lagrimitas de pollo y por supuesto, las protagonistas de hoy, que son las berenjenas frita con miel, que muchas veces también iban acompañadas de salmorejo. ¡Qué tiempos tan buenos los de Sevilla!
INGREDIENTES:
Berenjena.
Leche.
Pan rallado.
Harina.
Sal.
Aceite.
3 cucharadas de miel.
2 cucharadas de soja.
1º. Cortamos las berenjenas en rodajas finas y las dejamos reposar en leche durante dos horas. Después cogemos un plato en el que mezclaremos la sal, con el pan rallado y la harina. Pasadas las dos horas, escurrimos bien las rodajas de berenjena y vamos rebozándolas con la mezcla que hemos elaborado.
2º. A continuación, ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y cuando esté caliente vertemos sobre ella, poco a poco, las rodajas de berenjena. Lo tendremos a fuego medio e iremos dorándolas hasta que adquieran el color deseado. Una vez fritas, las posaremos sobre papel absorbente para que pierda toda la grasilla del aceite.
3º. Por último, procedemos a hacer la salsa de miel, que en este caso tiene un toque oriental, pues la vamos a mezclar con salsa de soja. Sobre un cazo a fuego medio, posamos las cucharadas de miel junto con las de soja. Una vez esté bien homogénea la salsa, posaremos las berenjenas sobre un plato y encima de ellas esta salsa.
También podéis optar, por dejar la salsa aparte e ir untando las rodajas poco a poco en ella, a medida que las vais comiendo.
No me digáis que no es una delicia y que tiene un pinta espectacular. Además, la salsa de miel y soja le da un punto increíble. Están crujientes y riquísimas. Espero que os haya gustado mi nueva receta.