Y es que así una lleva mejor las despedidas. Después de varias semanas en Valencia, el domingo no podía evitar subirme al Ave con lágrimas en los ojos :(
Soy una tontorrona sentimental, y me pasa casi siempre. No hay viaje de vuelta en el que no me toque sacar el pañuelo. Corriendo me puse la música y empecé a pensar en la sorpresa que le daría a mi catador cuando llegara a casa. Le había dicho que volvía un día después y no me esperaba ;)
Aparte de ese momento llorón que siempre padezco, hay otro momento crítico del que nunca me libro, y es el conocido como cierre de maleta.
¿No os ha pasado que os proponéis llevaros sólo lo necesario y luego acabais con la maleta a punto de reventar? Jajaja, a mí siempre me pasa.
No sé cómo lo hago pero siempre me voy con la maleta llena y vuelve aún más si puede, casi temblando del peso. Tanto que el taxista que me recogió en la estación soltó un improperio nada más levantarla para meterla en el maletero, a lo que no pude evitar soltar una risita :)
Entre todas las cosas que viajaron conmigo a Madrid, estaban estos bizcochitos a los que bauticé como Bizcochitos brownie. No hace falta explicaros el motivo del nombre viendo las fotos. Su aspecto y textura son casi idénticos a cualquier otro brownie que he preparado o probado. Sólo que este prescinde de nueces por dentro.
¿Y cómo se consiguen? Pues exactamente igual que preparar un bizcocho pero sin añadirle levadura. Estos tiene un sabor muy intenso a chocolate, cosa que me encanta, y quedan perfectos en trocitos para comerlos más cómodamente.
Podéis acompañarlos con nata (crema de leche), helado o simplemente solos. Yo no puedo evitar comerme un trocito cada vez que me pongo a ver Juego de Tronos :)
Ingredientes:
Pepitas de chocolate
1 yogur natural
2 medidas de yogur de harina de espelta
2 medidas de azúcar
1 medida de aceite de girasol
1 medida de cacao en polvo Valor sin azúcar
3 huevos
Elaboración:
Precalentamos el horno a 170º con calor sólo abajo. En un bol, empezamos echando el yogur, y usando el vaso del yogur como medida agregamos el azúcar, el cacao, el aceite y la harina tamizada.
Separamos las claras de las yemas. Por un lado, añadimos las yemas a la mezcla y por otro montamos las claras. Echamos un puñado de pepitas de chocolate y removemos hasta que la mezcla quede bien integrada sin grumos.
Por último echamos las claras montadas, removiendo muy suavemente con movimientos envolventes. Debo decir que en este caso, a mi se me olvidaron montarlas, pero ya veis que el resultado es igualmente bueno, así que si os pasa no os preocupeis.
Vertemos en un molde previamente forrado con papel vegetal. Yo usé una fuente de horno de tamaño mediano. Horneamos unos 25 minutos, apagando el horno una vez pasado el tiempo y dejando otros 5 minutos más de reposo. Comprobad con un tenedor que está hecho por dentro.
Sacamos, dejamos enfriar y a disfrutar!!!