"La reina de las palabra", como la llamaba su hermana pequeña de manera cariñosa
Cualquiera que la conociera estallaría en una carcajada al oír esta afirmación
¡Pues si, lo era!
Ella sabía más que nadie de palabras
Pero de aquellas que se quedan dentro, muy dentro
Atascadas en la garganta, echas un ovillo en el estómago
Aquellas que rebotan en la cabeza sin encontrar una salida. Las que nunca llegan a formar los labios
Las que nadie escucha ni oye
De esas palabras, ella sabía mucho. Las sabía todas
"Ya te has sonrojado. ¿Qué estarás pensando?" Le decía su madre, con un movimiento de cabeza. Como un reproche
Sin ver la angustia que la embargaba cada vez que tenía que abrir la boca para hablar
Su hermana pequeña era con la única que podía desahogarse. A ella le podía explicar la impotencia que sentía cuando quería dar su parecer, replicar a alguien con algunas palabras ingeniosas y su timidez se lo impedía
Contestarle a la sabionda de su tía, al que se le colaba en el autobús, al impertinente que se la comía con los ojos sin ningún pudor
Tenía las palabras, las tenía todas. Pero se empeñaban en quedarse dentro
Cuando ya había tomado aire, dándose valor a sí misma, ya era tarde, demasiado tarde
Aquello que fuera a decir ya no tenía sentido: su tía ya había encontrado otra víctima a la que atacar, el caradura del autobús ya estaba sentado al fondo, el grosero ya estaba piropeando a la siguiente
Muchas veces, su hermana pequeña la encontraba encerrada en la cocina murmurando palabras atropelladas, que nadie podía descifrar, unas encima de las otras
Todas aquellas palabras que había guardado todo el día dentro de ella por fin se liberaban
La palabra justa, la frase brillante, el elogio perfecto, la explicación adecuada...
Porque ella tenía todas las palabras
INGREDIENTES
5 huevos
240 ml de aceite de oliva suave
240 g de azúcar
240 g de harina de fuerza
240 g de caqui
1 sobre de levadura
Una pizca de sal
Nueces
ELABORACIÓN
En un cazo, poner el aceite y freír
Dejar enfriar
Pelar los caquis y cortarlos en trocitos pequeños
Cortar las nueces a trozos y pasar por un poco de harina
Batir los huevos con el azúcar, el aceite y los caquis
Tamizar la harina con la sal y la levadura
Incorporar a la masa anterior con movimientos envolventes
Verter la masa en la cubeta engrasada con spray desmoldante
Menú Horno 30 minutos con válvula y tapa abierta (cerrar la tapa e ir abriendo poco a poco hasta que aparezca el pitorro metálico de la tapa)
Tapa horno 5 minutos, al gusto
Receta adaptada de Kanela y limón