Ninguna niña de trece años se lo pone fácila sus padres
Pero nota que algo ha cambiado, algo que no le acaba de cuadrar
Criarla sola no fue fácil. Varios trabajos, pidiendo favores para poder estar en sus momentos más importantes
Su madre también le había ayudado, claro, pero tenía aquella manía de ser tan orgullosa y de valorar su independencia por encima de todo
Tampoco se podía quejar. Había salido a flote
Y ahora tenía una preciosa niña de trece años, estabilidad en su trabajo y un piso que podía pagar sin grandes malabarismos
Todo a costa de tesón, de mucho trabajo, de dormir poco y ahorrar mucho
Y ahora esto
Algo que la inquietaba, que le producía desazón y no sabía porqué
Pequeños cambios: miradas esquivas, puertas cerradas, cambios en el vestir, notas que empiezan a bajar
¡Se le venían tantas cosas a la cabeza!
Hay cosas que no le encajan
Esa etapa es rara, pero su dulce niña nunca ha tenido secretos, siempre se reía y últimamente parece enfadada con todo el mundo
Y la puerta de su habitación permanentemente cerrada
Siempre en el ordenador, siempre con el móvil en la mano. ¡Malditos trastos!
Sus amigas no han cambiado. Siguen siendo niñas. La única que parece una adulta es su hija
Primero piensa en drogas. Pero si odia el humo del tabaco. Su ropa no huele. Ni mecheros ni hebras de tabaco en sus bolsillos
Su hija siempre ha sido muy responsable, por lo tanto siempre le dio toda la libertad. Nunca ha fisgoneado en su cuarto
Pero esto no puede seguir así
¡Por favor, que sea su primer noviete! ¡Qué sea solo eso!
Se odiaba por estar haciendo aquello, pero debía hacerlo, debía disipar aquel nudo que tenía en el estómago
¿No decían que se debe seguir siempre el instinto?
Pues su instinto le decía que algo no iba bien y ella era su madre
Abrir cajones, el armario, revisar hasta el último rincón de aquella habitación donde su hija pasaba media vida
Nada. No podía ser. Algo tiene que haber que le de una pista
¿Y si todo está en su cabeza de madre demasiado protectora?
Antes de salir se gira para comprobar que todo está como lo encontró. Se moriría de vergüenza y perdería toda la confianza de ella si supiera lo que acaba de hacer
Y repara en el ordenador de su hija
Respira hondo y vuelve a entrar
Toca una tecla y aparece una preciosa foto de su hija con sus amigas. Nada más
Sabe que su hija utiliza las redes sociales, como todo el mundo
Toca otra tecla. Le pide una contraseña
¿Desde cuando tiene contraseña el ordenador de su hija?
Cuando llega del cole la está esperando en su habitación
En cuanto se miran a los ojos, la niña se echa a llorar
No puede hablar, le da vergüenza. Mucha vergüenza
La abraza, la consuela, le transmite calma y todo su amor
Y las palabras empiezan a salir poco a poco
Un nuevo amigo en Facebook. Un chico de su edad. Simpático. Confianza. Ahora ya es todo por WhatsApp. Le gustaba. La hacía sentir tan bien
Una cosa llevó a la otra
Primero unas fotos inocentes. Ahora hace lo que le pide. Si no lo hace, la tiene amenazada. Lo sabrá todo el mundo. Incluso su madre
No se lo podía contar a nadie
Y sigue llorando. Y sigue avergonzada
Pero ella es su madre y le promete que aquello se ha acabado
Y le promete que la protegerá siempre
Y le sigue hablando
Y la sigue abrazando
Y sigue siendo su niña pequeña, aunque un poco menos niña, un poco menos inocente
INGREDIENTES
100 g de azúcar
150 g de harina
3 huevos
1 sobre de levadura
50 g de mantequilla
50 ml de agua
50 ml de coñac
200 g de cerezas
ELABORACIÓN
Derretir la mantequilla. Reservar
Deshuesar las cerezas
Tamizar la harina con la levadura
En un cazo, poner las cerezas, el agua y el coñac
Hervir hasta que el líquido tome color, dejando que las cerezas sigan enteras
Batir la mantequilla derretida, los huevos y el azúcar
Añadir la harina con la levadura
Batir bien
Añadir las cerezas a la masa y el líquido (el que sea necesario pero que no quede demasiado líquida la masa)
Remover con una espátula
Rellenar los moldes con la masa
Menú Horno 20 minutos + Tapa Horno a 175º al mismo tiempo
Receta adaptada de Aliter Dulcia
Consejos de La Farsa
*He utilizado 4 moldes de cartón aptos para horno. Se desmoldan solos. No necesitan ningún tipo de spray para desmoldar ni untarlos con mantequilla. Perfectos
He horneado en dos tantas
*Recuerda: si tu tapa horno es nueva, solo puedes hornear 10 minutos seguidos, es lo que recomienda la marca
Si es nueva, pon 20 minuto menú horno y en los últimos 10 minutos de horno, pon la tapa 10 minutos
*Si te sale E3, no te preocupes. Cancela menú durante 2-3 minutos y vuelve a programar. O puedes aprovechar ese tiempo para poner la tapa horno. Imaginación al poder!
*Puedes poner 100 ml de agua o 100 ml de coñac. He optado por poner la mitad de cada