Todas las incomodidades de su cuerpo desaparecieron
Tantas suposiciones. Tanto imaginarse cómo sería
Todo eso se diluyó como si no lo hubiera sentido en su cuerpo y en su mente
Había cosas que sabía y otras que el mundo se encargó que la supiera
Pero nunca imaginó algo así. Nunca pudo siquiera imaginar una milésima parte de lo que sintió cuando la tuvo entre sus brazos
Cuando la miró por primera vez, se paró el tiempo y casi su respiración
Y supo que ya nunca sería capaz de vivir sin aquella criatura tan diminuta que le acababan de entregar
Que su vida sería por y para aquella niña pasasen los años que pasasen
Que ya no importaría su vida, ni su bienestar ni sus alegrías
Que a partir de ahora lo único que importaría serían las alegrias de su hija, su vida
Desaparecieron todos los miedos anteriores, si, esos desaparecieron pero, ay, otros llegaron con fuerza junto con la alegría infinita y la emoción
Y supo con absoluta claridad que su vida había cambiado para siempre
No sabía si para bien o para mal, pero para siempre, seguro
PD Cuento inspirado y dedicado a Maria Eugenia León
Y a Jessica, la mama y a Sara, de 4 días de vida
INGREDIENTES
6 melocotones
3 huevos
220 g de azúcar
130 ml de aceite de girasol
320 g de harina
1 sobre de levadura
1 yogur natural
2 cucharadas de mermelada de melocotón
ELABORACIÓN
Pelar los melocotones y retirar l hueso
Cortar cada mitad en efectivo gajos finos
Preparar la cubeta
Pulverizar con spray para desmoldar
Colocar un círculo de papel de horno que suba por las paredes 2_3 dedos
Colocar los gajos de melocotón en forma circular, cubriendo el fondo
Reservar el resto de melocotones. Los cortamos en dados
Batir los huevos
Añadir el azúcar
Añadir el aceite
Batir
Añadir el yogur
Batir
Tamizar la harina y la levadura
Añadir poco a poco a la mezcla anterior
Remover con una espátula, con movimientos envolventes
Añadir los melocotones a cuadros
Remover
Verter la masa despacio sobre los gajos de melocotón para que no se muevan
Menú Horno 40 minutos + válvula abierta + tapa abierta (cerrar la tapa e ir abriendo poco a poco hasta que aparezca el pitorro de la tapa)
Tapa Horno si se quiere dorar un poco lo que será la parte de abajo del bizcocho
Dejar enfriar encima de una rejilla
Pincelar con la mermelada
Receta adaptada de la revista Lecturas Postres n°23 pág. 92