Hacía mucho tiempo que no horneaba un bizcocho. La verdad es que aunque engorden, son imprescindibles en el desayuno o la merienda y no se tarda tanto en hacerlos.
Además si se comen por la mañana da tiempo durante todo el día a quemarlos ¿verdad? Al final, yo propongo como decía mi admirado profesor Grande Covián: Hay que comer de todo, pero en plato de postre.
Así,un trocito nos proporciona un enorme placer y nuestra dieta no lo advierte. Comamos de todo, pero sin pasarnos en las raciones y sin repetir. ¿Conseguiré no repetir de este exquisito bizcocho?
Para 8-10 personas:
1 lata pequeña de leche condensada (creo que son 270 g)
3 huevos
la lata de leche condensada llena de harina de trigo
1/2 lata de aceite de girasol
1 sobre de levadura química
ralladura de una naranja
1 cucharada de agua de azahar (opcional)
1 cucharada sopera de semillas de amapola
azúcar glaçe para decorar
Se precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Se ponen en un bol los 3 huevos y se baten bien como para tortilla.
Se añaden los ingredientes húmedos: la lata de leche condensada, media lata de aceite, la ralladura de naranja y la cucharada sopera de agua de azahar (de la que se echa a los roscones de Reyes). Se bate todo hasta que quede una crema.
Por último se añaden los ingredientes secos: la harina (mejor tamizada) y la levadura. Se remueve bien hasta que quede una pasta homogénea.
Se agregan al final las semillas de amapola, batiendo un poco con movimientos envolventes.
Se engrasa un molde circular (de unos 20-22 cm) y se espolvorea con harina. Se añade la mezcla.
Se hornea a 180ºC durante 40-45 minutos. Si se os quema un poco la superficie poned un papel de aluminio por encima y continuad horneando.
Lo mejor para ver si está cocido es introducir un palillo de brocheta y comprobar si sale limpio.
Éste es el aspecto de mi bizcocho recién horneado y con los agujeros para comprobar la cocción... jajaja
Se deja enfriar encima de una rejilla y se espolvorea con azúcar glaçe.