Espero que os guste el post de hoy porque, como comenté hace unos días en mi cuenta de Instagram, la edición de las fotos me ha traído por el camino de la amargura... y encima no he conseguido que queden como me gustaría! Este bizcocho durante el horneado adquiere un tono tostado por sus laterales que, con al añadir contraste, sombras y reducir el brillo durante la edición, se vuelve de un tono mucho más oscuro del que es en realidad y yo tengo metido en la cabeza que parece que esté quemado, y para nada lo está!
Pero bueno, lo rico, jugoso, húmedo y saboroso que está ha hecho que me decida a publicar la receta con todos vosotros para que podáis probarla y comprobarlo con vuestro propio paladar!
Que mi madre se comiese una porción y al cabo de menos de 5 minutos volviese a la cocina a por otra más, diciendo que la que quedaba se la guardaba para esa misma noche, también ha tenido mucho que ver en que esta receta aparezca por mi blog.
Realmente esta tarta ha surgido a raíz de varias casualidades que se han unido para hacerla realidad. La primera de ellas fue en Instagram, cuando vi a Isabel de Aliter Dulcia compartir una de sus maravillosas recetas: bizcocho de mermelada. Desde hacia un tiempo tenía rondando por casa un bote de mermelada de naranja amarga (sé que a muchos os fascina pero a mi, lamentablemente, no me convence), y esta receta era la excusa perfecta para sacarle buen partido. Un par de días más tarde, al ir a comprar me topé de frente con las naranjas sanguinas... el detalle perfecto para que el bizcocho tuviese aún más sentido: convertirlo en una tarta invertida con naranja sanguina. Así que cuando ya tenía claro que quería juntar la mermelada y la naranja en la misma receta, me di cuenta que en mi despensa de repostería tenía un paquete abierto de almendra molida. Iba yo a dejar que se pusiese en mal estado? Por supuesto que no! Y menos aún cuando la naranja y la almendra combinan a las mil maravillas!
Gracias a todas estas casualidades, finalmente adapté la receta de Isabel utilizando mermelada de naranja amarga, añadiendo las naranjas confitadas y modificando la cantidad de harina para añadirle una parte de almendra molida.
BIZCOCHO DE NARANJA Y ALMENDRA. TARTA INVERTIDA
Molde redondo 18cm. Cantidad para 8 raciones.
INGREDIENTES para la Naranja Confitada:
250g azúcar
125ml agua
2 naranjas (yo he usado una sanguina y una normal)
PREPARACIÓN de la Naranja Confitada:
En un cazo colocamos el agua y el azúcar y llevamos a ebullición.
De mientras, con cuidado cortamos las naranjas en rodajas finas (yo he desechado las puntas).
Cuando el cazo haya hervido y el azúcar esté disuelto, bajamos a fuego medio e introducimos las rodajas de naranja dentro. Cocemos las naranjas en el almíbar durante 15-18 minutos. Nos deben quedar las rodajas enteras, pero blandas.
En una superficie colocamos un papel de horno y, pasado el tiempo de cocción, sacamos las naranjas con mucho cuidado de que no se rompan.
Dejamos enfriar por completo mientras preparamos nuestro bizcocho.
*Truco/consejo: podemos guardar el almíbar de naranja en un frasco de cristal para pintar luego nuestro bizcocho por encima y obtener una textura aún más jugosa y un tono brillante por encima.
INGREDIENTES para el Bizcocho de Naranja y Almendra:
150g azúcar
2 huevos M
130ml aceite de oliva suave
50ml leche
125g mermelada de naranja amarga (o cualquier mermelada de naranja)
75g harina
50g almendra molida
1 cucharadita de levadura en polvo
Una pizca de sal
Naranjas confitadas (previamente elaboradas)
Almíbar de naranja (previamente guardado, opcional)
PREPARACIÓN del Bizcocho de Naranja y Almendra:
Precalentamos el horno a 175º con calor arriba y abajo.
Preparamos nuestro molde para el horneado. Lo engrasamos con spray desmoldante o mantequilla y forramos la base con papel de horno. Espolvoreamos por encima de la base un poco de azúcar moreno (opcional) y reservamos.
En un bol, juntamos la harina, la almendra molida y la levadura en polvo. Tamizamos y reservamos.
Empezamos a elaborar la masa de nuestro bizcocho: batimos el azúcar con los huevos hasta que la mezcla espume, se aclare de color y doble su volumen.
Añadimos el aceite de oliva suave, en forma de hilo, sin dejar de batir para que emulsione bien con los huevos y el azúcar.
Incorporamos también la leche en forma de hilo y seguimos batiendo a velocidad media.
Bajamos la velocidad y añadimos la mermelada de naranja amarga. Batimos para que se reparta bien por toda la masa.
Recuperamos el bol con los ingredientes secos tamizados (harina, almendra y levadura) y, a la velocidad mínima posible, o con ayuda de una espátula de mano, los vamos añadiendo a la masa con movimientos envolventes. Solo mezclamos hasta que no veamos grumos.
Cogemos nuestro molde ya forrado y engrasado. Colocamos en la base las naranjas confitadas que ya estarán totalmente frías. Las repartimos bien para que cubran toda la base.
Con cuidado, vertemos encima de las naranjas nuestra masa de bizcocho. Alisamos bien con una espátula.
Horneamos aproximadamente 60 minutos, hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo, éste salga limpio y seco.
*Truco/consejo: se trata de un bizcocho que oscurece mucho por fuera pero que mantiene un tono claro y una textura muy húmeda y jugosa en su interior. Si vemos que se está dorando demasiado, lo podemos tapar con un poco de papel de aluminio por encima y seguir horneando.
Cuando esté listo, lo dejamos enfriar en una rejilla y pasados 15-20 minutos comprobamos que el bizcocho no se ha enganchado a las paredes del molde.
*Truco/consejo: si utilizas un molde desmoldable de los que tienen palanca para abrirlo, es tan fácil como abrir la palanca, mirar el bizcocho y pasar un cuchillo si se ha enganchado en algún sitio.
Si utilizas un molde desmoldable por la base o no desmoldable, puedes cubrir con papel de horno también las paredes para evitar que se rompa el bizcocho al desmoldar.
Con cuidado, colocamos un plato encima del molde y damos la vuelta a éste para desmoldar la tarta y que las naranjas nos queden en la parte superior.
Si hemos reservado el almíbar de naranja, pintamos nuestro bizcocho con un poco de almíbar.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente por completo antes de servir.
Os animo a que probéis la receta ya que el resultado es un bocado super gustoso y con sabores muy muy naturales. Por supuesto, podéis hacerla con la mermelada que más os guste (o como yo, tengáis rondando por casa) y adaptar la fruta confitada al tipo de mermelada que uséis (por ejemplo, con fresas, limón, arándanos... cualquier opción estará deliciosa). Recordad que si la hacéis, me encanta ver el resultado y saber vuestra opinión!
Besoooootes,
Ainhoa.