Siempre que tengo una comida familiar me gusta sacar tiempo para preparar algún postre, especialmente tartas. Después de unas semanas, mi pareja y yo nos hemos juntado con mis padres por la Castanyada (festividad catalana) y tenía ganas de sorprenderlos con una rica tarta. Ellos, como buenos padres, siempre que pueden prueban todas mis recetas y me dan su opinión, pero con las que más disfrutan y más aprecian son recetas sencillas, con ingredientes tradicionales y con ese sabor tradicional y saboroso de la repostería más clásica. [Por eso su tarta para celebrar los 25 años de casados no podía ser otra que esta Layer Cake de vainilla, trufa, sara y yema tostada, un clásico reconvertido en tarta a capas.]
Partiendo de sus gustos sabía que esta Tarta con almendra, miel, nata (crema de leche) y mascarpone se convertiría en el colofón perfecto a nuestra comida. Además de que sé de buena tinta que las frutas de Otoño les encantan, especialmente las uvas y los higos! Y así fué, no quedaron ni las migas y no dudaron en decirme lo mucho que les gustó. Por supuesto, después de este resultado, no podía esperar más tiempo a compartir con vosotros esta tarta y ofreceros las cantidades, los ingredientes, los trucos y consejos para que os quede estupenda y podáis disfrutarla, en família o vosotros solos.
Como os he comentado antes, se trata de una receta más compacta que todas las otras que suelo realizar. La almendra incorporada al bizcocho le aporta un sabor delicioso y a la vez una textura más apelmazada pero para nada pesada ni densa. La crema hace que el bizcocho se convierta en un bocado más ligero y la fruta le da ese contrapunto dulce a cada bocado. Una combinación que tenía ganas de llevar a cabo hace tiempo, con la que he acabado muy pero que muy contenta y satisfecha.
TARTA DE ALMENDRA Y MIEL CON FRUTAS DE OTOÑO
Molde redondo de tartaleta de 15-18cm. Cantidad para 8 raciones.
INGREDIENTES para el bizcocho de almendra y miel:
2 huevos L
100ml miel
100ml aceite de oliva virgen
125g harina
125g almendra molida
1 cucharadita de levadura en polvo
100ml nata (crema de leche) líquida para montar
Ralladura de un limón
PREPARACIÓN del bizcocho de almendra y miel:
Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo. Engrasamos el molde con spray desmoldante o mantequilla. Dejamos todos los ingredientes a temperatura ambiente.
*Truco/consejo: si utilizais un molde con forma de tartaleta, como en mi caso, y es desmoldable, es aconsejable forrar la base con un círculo de papel de horno para facilitar luego el desmoldado y evitar que se pege la base en el molde. Por supuesto, podéis utilizar cualquier molde redondo de 15 o 18cm, desmoldable o no.
Empezamos a elaborar el bizcocho, ya sea de manera tradicional o con la ayuda de un robot amasadora. Batimos los huevos con las varillas hasta que espumen.
Incorporamos la miel y volvemos a batir hasta que los dos ingredientes se integren por completo.
Añadimos el aceite de oliva, en forma de hilo, batiendo con las varillas para emulsionar la mezcla.
En otro bol aparte juntamos la harina, la levadura y la almendra molida. Lo tamizamos con ayuda de un chino o colador y incorporamos la mitad de esta mezcla a nuestro bol con la masa. Mezclamos con una espátula de mano, realizando movimientos envolventes hasta que no quede ningún tipo de grumo. La masa empezará a espesar un poco debido a la incorporación de la almendra y la harina.
*Truco/consejo: quien ha hecho alguna vez macarons seguro que sabe lo que cuesta tamizar correctamente la almendra molida. En este bizcocho, se puede utilizar sin tamizar, aunque a mi me gusta más colarla para que quede más fina y no queden posibles grumos de almendra una vez horneado.
Aportamos un poco más de líquido a la masa, añadiendo la nata (crema de leche) líquida para montar a la masa. Mezclamos de nuevo con la espátula de mano y incoporamos, también, la ralladura de limón.
Por último, ponemos la otra mitad de la harina, almendra molida y levadura. Removemos de nuevo, con movimientos envolventes y listo!
Vertemos la masa dentro de nuestro molde engrasado y horneamos durante 35 minutos. Debemos pinchar el bizcocho con un palillo para asegurarnos de que está completamente horneado.
Cuando esté listo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar encima de una rejilla. Cuando esté un poco más templado, ya podemos desmoldar y lo dejamos igualmente en la rejilla mientras preparamos la cobertura.*Truco/consejo: de manera opcional puedes calar el bizcocho con un poco de miel, recién sacado del horno. Se trata de un bizcocho consistente que, con la miel, queda aún si cabe más jugoso. Si optas por calarlo con miel, tan sólo tienes que pintar la superfície del bizcocho en caliente con un pincel y un poco de miel. Dejamos enfriar por completo una vez pintado.
INGREDIENTES para la cobertura:
Para la crema de nata (crema de leche) y queso mascarpone:
150ml nata (crema de leche) líquida para montar
4 cucharadas de azúcar glas
250g queso mascarpone
Para el topping de frutas de otoño:
Higos
Uva rosada
Uva blanca
Granada
Miel
Almendra laminada
PREPARACIÓN de la cobertura:
Para la crema de nata (crema de leche) y queso mascarpone:
Con unas varillas eléctricas o un robot, semimontamos la nata (crema de leche) añadiendo el azúcar glas poco a poco, a cucharadas.
*Truco/consejo: para conseguir la textura óptima de la nata (crema de leche) es conveniente montarla cuando está totalmente en frío, directamente de la nevera. Para esta receta, no hace falta batirla en exceso ya que el queso aporta cuerpo y consistencia a la crema. Estará semimontada cuando se forman hondas en el batido de la nata (crema de leche) con el azúcar y empieza a tener consistencia. No hace falta excederse en el batido o podemos cortarla.
Retiramos el suero del queso mascarpone y lo añadimos, también en frío, directamente de la nevera, a la nata (crema de leche) semimontada. Para evitar que la mezcla se sobrebata y se corte, mezclamos el queso con una espátula de mano.
Repartimos la crema por encima del bizcocho que ya se habrá enfriado por completo. Usamos una espátula y vamos extendiendo de manera uniforme.
*Truco/consejo: es muy importante que al añadir la crema el bizcocho no esté nada caliente o puede deshacer o cortar la crema. Si quieres, puedes poner el bizcocho unos minutos antes dentro de la nevera para bajar aún más su temperatura.
Para el topping de frutas de otoño:
Empezamos preparando las frutas escogidas para decorar nuestra tarta. Cortamos los higos en dos o cuatro partes y abrimos una granada.
Repartimos la fruta por encima de la crema de nata (crema de leche) y queso mascarpone, presionando ligeramente.
Añadimos por encima un puñadito de almendra laminada y acabamos bañando todo con miel.
*Truco/consejo: la miel aporta dulzor y brillantor a la fruta, además de un sabor increible a la crema. Si has optado por no calar el bizcocho en caliente con miel, te aconsejo que pongas bastante miel en este momento. Yo lo hice así y queda delicioso!
Reservamos la tarta en la nevera hasta servirla.
La repostería más tradicional no puede desaparecer nunca, nunca, nunca de nuestra vida. Espero que os animéis a probar esta tarta y os animéis a saborear todas y cada una de sus elaboraciones. Para mi los bizcochos de almendra son y serán siempre unos de los más sabrosos y gustosos que existen! Así que si os ponéis manos a la masa, estaré encantada de saber vuestra opinión, ayudaros con vuestras dudas y descubrir vuestro resultado.
Besooooootes,
Ainhoa.