Para empezar la semana , tenemos una receta básica para cualquier repostero, el bizcocho genovés o genovesa como también se le llama. Este bizcocho se suele usar como base para tartas y pasteles, aunque es muy suave, es bastante seco, así que para comerlo sólo, si acaso nos podría valer para mojarlo en leche, poco más.
La versión que hemos hecho es al agua, no lleva mantequilla, sólo la grasa que tienen los huevos. Tampoco lleva levadura, por eso hay que montar bien los huevos para que suba bien y resulte un bizcocho esponjoso.
Para hacerlo podemos usar el molde que más nos convenga, da igual la forma. Sobre el grosor lo mismo. Nosotros hemos optado en este caso por hacer planchas finas ya que fue la base de una tarta de nubes que próximamente subiremos al blog.
Ingredientes
4 huevos (L) a temperatura ambiente.
165 g. de harina de repostería.
170 g. de azúcar.
60 g. de agua.
Preparación
En primer lugar, ponemos los huevos en un bol grande y añadimos el azúcar. Batimos con varillas eléctricas hasta que obtengamos el triple de su volumen.
Tamizamos la harina y la vamos añadiendo poco a poco a los huevos, mezclándola con movimientos envolventes. Una vez integrada, añadimos el agua poco a poco y batimos suavemente, de ese modo aligeraremos algo la mezcla.
Cubrimos la bandeja de horno con papel vegetal y vertimos la masa sobre ella, de manera uniforme. Meteremos en el horno precalentado a 240ºC durante 10 minutos. Como cada horno es un mundo y además la capa de masa es fina, ir vigilando el bizcocho, usando el típico truco de meter un palillo a ver si está hecho.
Una vez hecho, sacamos la bandeja del horno y dejamos que se enfríe un poco. Cortaremos el bizcocho según necesitemos, en nuestro caso sacamos 2 planchas redondas para la base de nuestra tarta.
Fuente: Gastronomía y cía