El bizcocho Genovés es un bizcocho clásico ideal para rellenar. Como está hecho a base de huevos, harina y azúcar, y no lleva ninguna materia grasa, necesitará que lo empapemos con almíbar , o que lo rellenemos de algún tipo de crema o confitura, lo cual le dará mayor jugosidad. Con esta misma receta podemos hacer planchas finas de bizcocho para preparar el brazo de gitano.
Veamos lo que necesitamos. (Yo he usado un molde redondo de 25 cm de diámetro)Ingredientes:
4 huevos grandes (cuando digo grandes me refiero a los de tamaño XL, ¡vamos de los gordos!)
200 grs azúcar
180 grs harina de repostería
20 grs de harina de maíz (Maizena)
1/4 de cucharadita de crémor Tártaro
1 cucharadita de aroma de vainilla
una pizca de sal.
Preparación:
Separamos las claras de las yemas y las reservamos. En un bol ponemos las yemas y con unas varillas eléctricas empezamos a batir hasta que espumen; seguimos batiendo y vamos añadiendo el azúcar en forma de lluvia mientras que batimos. Vemos que las yemas han triplicado su tamaño. Añadimos la esencia de vainilla, y batimos otra vez.
En otro bol vamos a montar las claras a punto de nieve. Echamos la pizca de sal, el crémor tártaro y comenzamos a batir con las varillas eléctricas hasta que las claras monten. Y reservamos.
En este punto, untaremos un molde de 25 cm con mantequilla y harina para que no se nos pegue.A mi me gusta ponerle en el fondo un círculo de papel vegetal.Precalentamos el horno a 180ºC (calor arriba y abajo)
Aparte tamizamos la harina y la Maízena para que nuestro bizcocho quede más esponjoso (yo suelo tamizarla dos o tres veces) y reservamos.
En la mezcla de yemas añadimos un tercio de la harina y un tercio de las claras montadas a punto de nieve, y con una varilla manual o una espátula, mezclamos con movimientos envolventes de abajo hacia arriba, para que la masa no pierda el aire.
Cuando esté bien integrado, añadiremos otra tanda de harina tamizada y de claras y la volveremos a integrar con movimientos envolventes Y repetiremos la operación con la última tanda.
Este es el aspecto de la masa. Tiene que quedar muy esponjosa y suave.
Vertemos la masa en el molde engrasado. Y llevaremos al horno, en la posición central, a 180ºC durante 25 o 30 minutos, o cuando lo veáis dorado por la parte de arriba y al clavar un palillo, éste salga limpio.
Antes de los 20 primeros minutos no se puede abrir el horno, pues nuestro bizcocho se bajaría.
Cuando veamos que el bizcocho ya está cocido, apagamos el horno y lo dejamos cinco minutos más dentro, pero con la puerta del horno entreabierta, para que no se nos encoja al cambio tan brusco de temperatura. Pasado este tiempo, lo sacaremos y lo dejaremos reposar otros cinco minutos para que se enfríe un poco más antes de desmoldarlo.
Cuando hayan pasado cinco o diez minutos, lo pondremos boca abajo en una rejilla de horno, para que se termine de enfriar por completo.
Una vez frío, lo podéis dejar tal cual; espolvorearlo con un poco de azúcar en polvo, pues es una merienda o desayuno estupendo para tomar con un café con leche o un batido de cacao, o si sois igual de golosos que yo, (yo prefiero rellenar el bizcocho porque como admite tantas posibilidades es más divertido y más rico) Os puedo dar algunas ideas: lo podéis rellenar de cualquier tipo de crema que va a resultar delicioso: de chocolate, Nutella, crema pastelera, trufa, ganaché, o nata (crema de leche). Y con trocitos de frutas. O con chips de chocolate... ¡O lo que os pida vuestra receta!
A mi la nata (crema de leche) me encanta, y si va acompañada de unas fresas frescas, ¡pues no hay quien se resista! pero admite múltiples combinaciones y todas riquísimas y sorprendentes.¡Eso os lo dejo a vuestra imaginación!
Espero que os guste y os animéis a hacerla, pues es una receta muy sencilla. Y como siempre os digo estoy encantada de recibir vuestros comentarios y sugerencias.Saludos
María José
¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!