Así que os voy a hablar de mis dos papás favoritos. Mi papi, y el papi de mis niños. Los dos son grandes personas, a las que quiero y, sobre todo, admiro. Pero por encima de todo, son grandes papis.
Mi padre, que podría decir de él, es apasionado y trabajador, cariñoso, fantástico... De él he aprendido tantas tantas cosas... La más importante: en el número uno de mi vida se sitúa la familia, a la que se protege por encima de todo, el amor incondicional e infinito...
Mi Roberto, de él puedo decir lo mismo que de mi padre, porque si algo tiene bueno es que quiere infinitamente a sus hijos, los hace reír, los protege, los cuida...
Dos padres estupendos en mi vida. Tiernos como estas galletas. Os quiero papis, los demás, me perdonáis el merengueo. Es que me he levantado tienna, ya os lo había advertido.
Vamos con las galletas. ¡¡Al ataqueeeeer!! Las galletas me apasionan, y estas son perfectas. Perfectas por pequeñitas, perfectas porque no son demasiado dulces. Perfectas porque no nos sentiremos culpables aunque nos hayamos comido cincuenta... Son mini bocados, para tomar con un café, para robar de la despensa a media mañana, para regalar a nuestras amistades... Pequeñas dulzuras que se hornean en un momento, y que bien guardadas nos durarán varios días, si conseguimos no acabarlas...
Hoy están aromatizadas con vainilla, pero igualmente le podéis poner un poquito de ralladura de limón, o quizás una cucharada de cacao en polvo. Con esos pequeños cambios, estos bocaditos serán diferentes cada vez que los hagáis.
Un último aviso, si servís estas galletitas con un bol de chocolate a la taza, como si se tratase de una fondue, caerán rendidos a vuestros pies. ¡¡Disfrutad de estos bocaditos!!
Bocaditos de galleta
Ingredientes:
100 g de mantequilla pomada.
100 g de azúcar blanquilla.
2 huevos.
175 g de harina.
un pellizco de sal.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
1 cucharadita de levadura química.
1. Precalentar el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.2. Mezclar la mantequilla pomada con el azúcar, hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Ir añadiendo los huevos, de uno en uno, y seguir removiendo, hasta que se integren bien. Añadir el extracto de vainilla.
3. Agregar la harina, la sal y la levadura. Mezclar bien. Colocar la masa en una manga pastelera con una boquilla pequeña.
4. Cubrir la bandeja del horno con papel sulfurizado y, con la manga, distribuir pequeñas bolitas de masa. Hay que dejarlas un poco separadas, porque se expanden al hornear.
5. Hornear a 180ºC entre 10 y 15 minutos (el tiempo dependerá de nuestro horno, y del tamaño de nuestras galletas). Ir vigilando los bocaditos y retirarlos del horno cuando se vean ligeramente dorados en los extremos pero blancos en el centro.
6. Dejar enfriar sobre una superficie fría.
7. Una vez que estén fríos, guardarlos en un recipiente hermético.