Creo que todos tenemos un referente familiar en la cocina. Siempre hay alguna persona especial en cada familia cuyos eventos gastronómicos no pasan desapercibidos. En mi caso, entre otros, tengo los mejores recuerdos de los momentos vividos en la cocina con mi hermana. Ella es imaginativa, divertida, improvisadora y cocina como los ángeles.
Y lo mejor era cuando hacía su versión de los emparedados. Por eso, cuando Recetas de Tía Alia comunicó su propuesta para el reto mensual de noviembre, enseguida me llamó la atención la Propuesta Salada y decidí adaptarla. Estos son mis BOLLITOS RELLENOS FRITOS.
Medias noches
Lonchas de queso cheddar
Lonchas de jamón de jork
Leche
Huevo
Aceite de oliva virgen
Como no soy muy dada a hacer pan casero, me costó un poco decidirme por el tipo de "bollito" a utilizar. Por un lado no quería una masa de pan firme y, por otro, mi elección debería soportar bien el baño en leche. Finalmente me he decantado por las clásicas medias noches.
Cortar el queso y el jamón en trocitos muy pequeños. Abrir un cono por la parte inferior con la punta de un cuchillo pequeño (para mi es ideal el pela verduras). De esta forma nos queda hueco suficiente para rellenar con el queso y el jamón. Volver a colocar la tapa y apretar ligeramente. En este caso no hace falta atar los bollitos.
Preparar el aceite y, cuando ya esté bien caliente, mojar por los dos lados en un plato lleno de leche, pasar por huevo batido y freir. Escurrir en papel absorbente y servir calientes.
¡Buenísimos! Como están mojados en leche no llegan a absorber todo el aceite al freírlos. Y al estar en contacto con el calor, el queso se derrite por dentro. ¡Deliciosos! Espero que os gusten.
Fuente: este post proviene de Las Cosas de Cósima, donde puedes consultar el contenido original.
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