De nuevo reto del Asalta Blogs, este mes de nuevo especial para mi por la identidad de la asaltada, Bego, de Al Calor del Horno. Bego es de mis mejores amigas blogeras la primera que conocí virtualmente y luego ya han sido unas cuantas las veces que hemos coincidido físicamente, sin ir más lejos el fin de semana pasado estuvimos jutas en #GastroAove2014. Es un placer pasar un rato con ella y también por su cocina. Esta es una de las recetas que tenía en pendientes de su blog, ya sabéis lo amante que soy de la bollería, esa es una de las razones, pero además por tratarse de una receta típica de Cádiz, concretamente de Arcos, y Bego, siendo de Jerez, tiene muy presente porque son los bollos que le preparaba su tía Rosario. Los he preparado con un AOVE de los que nos regalaron el Gastroaove, concretamente con OleoCampo Alta Selección Premium. Debo de reconocer que son unos bollos que me han sorprendido, ya que daba por hecho que serían unos bollitos de pan de aceite con azúcar humedecido y almendra por encima. Pero lejos de ser sólo éso me ha parecido que son de los mejores bollos que he probado nunca, no se si es la calidad del aceite o qué ha sido....pero son realmente fantásticos, además son típicos de Semana Santa, por lo que vienen ideales para los días que se acercan. Lo que me sorprendió desde el principio es que sólo llevan un levado, largo de casi tres horas (en mi caso dos horas y media), pero sólo uno. Sólo tiene un inconveniente y es que son tremendamente adictivos. Con la cantidad de la masa que os pongo salen cinco, os recomiendo que dobléis cantidades, que si no os enteráis. Bego dice que aguantan más de una semana en bolsas de congelación, pero en mi casa no han durado tanto.
INGREDIENTES:
86 gr. de Aceite de Oliva Virgen Extra (yo Oleocampo)
3 gr. de ajonjolí
8 gr. de matalahúga
25 gr. de azúcar
250 gr. de harina de fuerza
100 gr. de agua
15 gr. de levadura fresca
4 gr. de sal
3 gr. de canela molida
3 gr. más de matalahúga
Para decorar:
Azúcar humedecido
Almendras en cubito o fileteadas
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será templar el aceite con las semillas de ajonjolí (3 gr.) y las de matalahúga (8 gr.). Una vez que esté caliente el aceite, retiramos del fuego dejamos enfriar. Cuando se haya enfriado preparamos la masa. Introducimos en el bol de la amasadora de la harina de fuerza (podéis hacerlo a mano, en la panificadora o en la thermomix también si no tenéis amasadora), el azúcar, el aceite colado, la sal, la canela y el agua. Mezclamos todo, y, por último añadimos la levadura. Amasamos a velocidad baja hasta conseguir una masa fina y elástica (yo primero a velocidad 2 en la Kitchen Aid y después acabé amasando a mano, ya que la masa es muy manejera y poca cantidad, por lo que decidí amasar a mano). Una vez lista la masa añadimos los 3 gr. de matalahúga que teníamos reservado. Boleamos la masa y dejamos reposar durante unos cinco o diez minutos.
Después dividimos la masa en cinco porciones iguales, las mías de unos 95 gr. Aplanamos cada bola y le hacemos un agujero en el centro. Introducimos en una bandeja de hornear, protegida con papel vegetal. Le ponemos por encima un poco de azúcar humedecido y almendras crudas, ya sean enteras, fileteadas o en cubitos y dejamos levar, bien tapadas durante unas tres horas, más o menos. Es un levado más lento del habitual por la cantidad de aceite que lleva la masa.
Cuando veamos que han doblado su volumen introducimos en el horno precalentado a 200º y horneamos durante unos quince minutos o hasta que estén dorados los bollos. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Ya lo he dicho al principio, estos bollos están escandalosamente buenos, esa miga tan característica que se consigue con el aceite es buenísima, y, en este caso en concreto el AOVE Oleocampo...Un aceite procedente de aceitunas verdes seleccionadas, recolectadas en los primeros días de noviembre y extraído en frío, que ofrece a los paladares más exigentes un resultado excepcional. Con un packaging de lujo, botella de diseño italiano y etiquetado en estaño, protege un aceite que según su ficha de cata destapa intensidades medias de frutado, con características más verdes que maduras, predominando la hoja y la higuera, con ciertos toques de melocotón, sin olvidar un amargor distinguido propio de la variedad picual y con una acidez máxima de 0,2º.
Con estos riquísimos bollos de Arcos y con este fantástico AOVE os dejo, esperando que paséis un estupendo domingo.
Lidia.