Ingredientes para 12 bollos:
Fermento:
125 g harina de fuerza
125 g agua
2 g levadura seca panadero
Masa:
400 g harina de fuerza
3 g levadura seca panadero
Todo el fermento
60 g azúcar
150 g leche a temperatura ambiente
2 huevos grandes
7 g sal
125 g mantequilla a temperatura ambiente
Glaseado:
100 g leche
75 g azúcar
Para adornar:
Azúcar granulado o perlado
Fermento:
Poner todos los ingredientes para el fermento en un cuenco y mezclarlos muy bien con ayuda de una rasqueta o de una cuchara.
Cubrir con un paño y dejar reposar en un lugar templado entre dos horas y media y tres (a mayor temperatura, menor tiempo).
Masa:
Verter la harina en el cuenco de la KA, y desmenuzar encima la levadura con los dedos. Añadir el resto de los ingredientes, excepto la mantequilla, y mezclar bien (en KA con gancho de masa, velocidad 2, 6 minutos). Añadir la mantequilla en dados de 1 cm, y seguir amasando a velocidad 2 hasta que se despegue de las paredes del bol, aproximadamente 10 minutos. Debe quedar una masa suave y elástica.
Enharinar un poco la superficie de trabajo. Formar una bola con la masa y dejarla reposar en un cuenco ligeramente enharinado, tapada con un paño o papel de film,. Dejar reposar una hora.
Enharinar un poco la superficie de nuevo, y volcar la bola. Aplastarla un poco con la palma de la mano, doblarla y hacer de nuevo una bola. Volver a colocar en el cuenco, y dejar tapado una hora más.
Una vez más, enharinar la mesa ligeramente y dividir la masa en 12 trozos de 90 gramos cada uno.
Hacer una bola con cada pieza, y colocarlas en una bandeja con papel de hornear.
Cubrir con un paño de cocina y dejar levar unas dos horas hasta que doblen su tamaño inicial.
Glaseado:
Calentar la leche en un cazo, añadir el azúcar y remover hasta que se disuelva. Pincelar los bollos antes de meter al horno.
Precalentar el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Hornear durante unos 18 minutos que estén dorados. Retirarlos del horno e inmediatamente volver a glasearlos con el pincel y ponerles el azúcar por encima.
Trucos / consejos / comentarios:
La receta es del libro "Crujientes" de Richard Bertinet. La receta original es de hace 300 años, cuando una refugiada francesa, Sally Lunn, empezó a prepararlos en la panadería de Bath (Inglaterra).
El aspecto recuerda mucho al de los suizos. Y pensé que al no llevar su característica agua de azahar ni ninguna otra esencia, quizás me resultarían sosos... pero nada más lejos de la realidad: su sabor es delicioso y la textura fantástica. ¡Síguenos en Twitter! https://twitter.com/Postreadiccion