La boroña (o borona) es un pan de harina de maíz. En su origen se utilizaba únicamente ésta, pero ahora se le añade harina de trigo (u otras harinas según la zona de procedencia).
La boroña es un pan asturiano, aunque en otras zonas se hacen panes similares. En esta ocasión, la harina de maíz que utilicé estostada, de manera que el sabor es más intenso y el color más oscuro, en lugar del clásico amarillo.
INGREDIENTES:
Harina panadera de trigo: 310 gramos.
Harina de maíz torrado: 290 gramos.
Aceite de oliva: 2 cucharaditas y media.
Agua: 380 mililitros.
Sal: 2 cucharaditas.
Azúcar: 2 cucharadas y media.
Levadura fresca de panadero: 12 gramos.
ELABORACIÓN:
Separamos una parte del agua, la templamos y disolvemos la levadura fresca en ella.
Mezclamos todos los ingredientes y amasamos. La harina de maíz da una textura muy diferente a la masa, ligeramente arenosa. Es una masa muy fácil para trabajar con ella, así que el amasado tradicional le viene perfecto.
Pasamos la masa a un bol, cubrimos con papel film y dejamos que fermente.
Volcamos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Desgasificamos y boleamos. Dejamos que repose durante 10 minutos y le damos forma. Dejamos que fermente por segunda vez.
Encendemos el horno a 250ºC con una bandeja metálica en la base del horno.
Hacemos un corte en la superficie del pan y lo metemos en el horno, volcamos medio vaso de agua sobre la bandeja metálica y apagamos el horno durante 10 minutos.
Pasados los 10 minutos retiramos la bandeja con agua, encendemos el horno a 220ºC y dejamos que se cocine durante 25 minutos.
Apagamos el horno y dejamos que el pan repose dentro con la puerta entreabierta durante 15 minutos.