A nadie le amarga un dulce, y es que después de una sabrosa comida y/o cena, lo que más apetece es terminarla con un postre fantástico.
En esta ocasión, os mostramos cómo preparar unos deliciosos borrachitos, muy sencillos y son unos bocaditos, perfectos para terminar de manera fabulosa una comida.
Ingredientes (placa cuadrada 33×23)
6 huevos tamaño L
400 gr de harina de trigo
400 gr de azúcar
Una pizca de sal
Ingredientes para el almíbar
400 ml agua (para el almíbar)
400 gr azúcar (para el almíbar)
50 ml de licor al gusto (una copa) (nosotras hemos utilizado licor Gran Marnier)
Ingredientes para decorar
Crema pastelera receta (aquí)
Azúcar en grano para espolvorear
Preparación
Batiremos los huevos con el azúcar y la pizca de sal, hasta que quede una crema muy espumosa.
Añadiremos poco a poco, la harina previamente tamizada y mezclaremos con una espátula con movimientos envolventes, hasta que quede completamente integrada.
Precalentaremos el horno a 180º.
Cubriremos la bandeja con papel de horno.
Colocaremos la masa resultante a la bandeja, previamente engrasada y enharinada. Lo llevaremos al horno durante aproximadamente 25-35 minutos (el tiempo dependerá siempre de vuestro horno).
Antes de retirarlo, haremos la prueba del palillo, pincharemos en el centro del bizcocho y estará hecho, cuando el palillo salga seco.
Lo retiraremos y dejaremos templar, lo dejaremos terminar de enfriar sobre una rejilla.
Una vez esté frío, lo cortaremos en las porciones que necesitemos.
Preparación del almíbar
Pondremos al fuego una cazuela con el agua y el azúcar, iremos removiendo hasta que se forme un jarabe suave, retiraremos del fuego, lo dejaremos templar y añadiremos la copa de licor, removeremos para que se integre al almíbar.
Pondremos en un recipiente el almíbar, cogeremos las porciones de bizcocho y las bañaremos ligeramente por ambas caras centrales, ya que la base y la parte superior del bizcocho, tienen que quedar a los lados, tal y como observaréis en la imagen. Iremos dejando los bizcochitos en una rejilla, para que eliminen el exceso que almíbar.
Solo faltará decorarlas, pondremos en una manga pastelera, la crema pastelera (ver receta aquí) y repartiremos a nuestro gusto la cantidad necesaria.
Espolvorearemos con azúcar y con la ayuda de un soplete de pastelería los caramelizaremos.
Los reservaremos separados, para que no se peguen, en la nevera, hasta la hora de servir.
¡Mirad que pinta más deliciosa tienen!
Fuente: este post proviene de La maleta de Maggie, donde puedes consultar el contenido original.
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