Es el toque final perfecto para tartas hechas con fruta, por ejemplo. Una capa brillante hecha con gelatina y azúcar que, además, ayuda a conservar los alimentos sin que se oxiden y se pongan feuchos. ¡Fácil, fácil!
INGREDIENTES
- 1 sobre de gelatina neutra en polvo (la mía es de Royal)
- 1 vaso de agua
- 2 cucharadas de azúcar
PREPARACIÓN
¿Manos limpias? ¡Empezamos!
1. Ponemos en un recipiente medio vaso de agua fría, las dos cucharadas de azúcar y el contenido del sobre de gelatina. Removemos bien durante un minuto.
2. Calentamos el otro medio vaso de agua en el microondas y una vez haya cogido la temperatura, lo añadimos a la mezcla anterior. Mezclamos bien y dejamos reposar.
3. Veremos como poco a poco la textura se irá espesando. Cuando tenga una consistencia similar a la miel ya está listo para usar.
Consejillos:
- Si la mezcla tarda en solidificarse, tened paciencia. Al final acabará espesando. Si tardase demasiado puede que se deba al calor del ambiente. Podéis acelerar el proceso haciendo un baño maría en frío. Es decir, introduciendo el recipiente con la mezcla dentro de otro más grande lleno de agua fría y hielos.
- Si la mezcla se solidifica demasiado, podéis introducir la mezcla en el microondas durante unos segundos para que se disuelva un poco. ¡Pero no os paséis con el tiempo!
Fuente: Javi Recetas