Ingredientes:
250 g de harina de fuerza
125 g de huevos (más o menos 2,5 huevos, hay que pesar!)
125 g de mantequilla en trocitos
30 g de azúcar
5 g de sal
4 g de levadura seca o 12g de levadura fresca de panadería
2 yemas de huevo batidas para la costra
Teniendo en cuenta que hay que dejar fermentar la masa en frio toda una noche, calculad que se tiene que empezar a preparar un día antes. Para ello mezclamos la levadura con 10 ml de agua y dejar fermentar 10 minutos. Aparte mezclar la harina con la sal y el azúcar. Batir los huevos.
Añadimos la levadura fermentada con la mezcla de harina, sal y azúcar, trabajar la masa con las manos o con el robot e ir añadiendo poco a poco los huevos batidos esperando que cada porción que añadimos sea absorbida por la masa. Cuando todos los huevos se hayan encorporado, hay que trabajar la masa hasta que se despegue de los bordes del bol. Ahora añadimos la mantequilla en 5-6 veces. La mantequilla tiene que estar a la temperatura de ambiente, es decir estar blandita. El proceso es el mismo que con los huevos: hemos de esperar que la cantidad de mantequilla que hemos incorporado sea totalmente absorbida por la masa antes de añadir la siguiente porción. La masa debe volverse esponjosa y despegarse de los bordes del bol. Formamos una bola con la masa, la cubrimos con papel film y la dejamos fermentar durante dos horas en un lugar sin corrientes a la temperatura de 24-25 grados aproximadamente. La masa tiene que doblar en volumen.
Pasadas dos horas, poner la masa sobre la superficie de trabajo enharinada y amasar un poco con las manos con tal de que salga el aire. Formar un rectángulo de 3 cm de espesor con las manos, colocarla dentro de un molde rectangular y tapar con papel film de la manera que toque la superficie de la masa. Poner la masa en el frigorífico y dejar fermentar durante toda la noche (15 horas).
Al día siguiente sacamos la masa de la nevera y sin trabajarla, le damos la forma que queremos para el futuro brioche. Yo he formado bolitas del mismo tamaño más o menos y las he colocado a distancia entre uno y otro en un molde redondo untado con mantequilla. De esta manera, cuando las bolitas aumenten en volumen, se juntarán una con la otra, y llenarán todo el molde, pero además una vez hecho el brioche, será fácil de cortarlo en porciones, ya que solo habrá que separar los pedacitos que se habrán formado. Dejamos subir aproximadamente una hora en un lugar cálido. La masa deberá de nuevo doblar en volumen. Encendemos el horno y lo calentamos a 190ºC. Batimos las yemas de huevo y untamos generosamente nuestro brioche con ellas. Cuidamos no tocar con las yemas los bordes del molde para que con el horneado el brioche no se quede pegado.
Horneamos entre 20 y 30 minutos. Todo depende del horno y el espesor, y la superficie del brioche. De todas formas el brioche tiene que estar bien dorado. Dejamos enfriar un poco y desmoldamos. Dejamos enfriar del todo sobre una rejilla.
No os voy a explicar lo bueno que está :), prefiero que lo hagáis y me lo digáis vosotros! Pero con una confitura casera de fresas está de muerrrrrte!!!!