Ayer fue San Valentín.
A mi la verdad es que es una celebración que me da un poco igual, si lo entendemos como un día para regalarnos galletitas en forma de corazón con la pareja.
Desde la perspectiva de un koala, el amor no se demuestra el 14 de Febrero sino todos los días del año. Y además el amor se puede demostrar de muchas maneras y hacia muchas cosas distintas. Para que os hagáis una idea, ayer nos fuimos los dos a replantar árboles. ¿Qué digo los dos? ¡En realidad eramos un montón de gente!
Por donde yo vivo, hace un año y algo hubo un temporal de vientos para nada normales que arrasaron con uno de los bosques más apreciados de nuestra ciudad. Nos dijeron ayer que habían caído el 90% de los árboles de la zona en sólo unas horas. Daba muchísima lástima ver todo aquello sin apenas árboles, casi todos ellos caídos enseñando las raíces, amontonados unos sobre los otros. Al cabo de poco tiempo del temporal de viento empezaron a salir iniciativas para regenerar el bosque y una de ellas prosperó, de forma que se fueron formando distintos grupos de personas para ir a reforestar la zona en 4 jornadas.
Ayer el cupo de gente se llenó. Muchas familias con niños, personas mayores… todo el que podía alzar una azada, regar con una regadera o sacar de la maceta un arbolito era bienvenido. Y para allá que nos fuimos. Cava un agujero, pon un arbolito, tapa las raíces, un poquito de agua y vuelta a empezar. No tengo idea de cuántos llegamos a plantar. ¿20 entre los 4 que éramos en nuestro grupo? es posible, no se, porque te animas te animas y no ves la manera de parar.
Esta fue nuestra fiesta del amor. Amor al bosque, amor a los bichos del bosque, a nosotros mismos y a todos los demás que podrán disfrutar de este espacio verde de nuevo dentro de unos años.
No hay bomboncitos en forma de corazón ni galletas con mensajes bonitos. Pero sí tengo algo que también está dulce y para el caso nos hace el apaño.
Brownie bicolor de chocolate y coco
Para 8-10 porciones
2 huevos
90 grs. de mantequilla
75 grs. de chocolate de cobertura
50 grs. de coco rallado
100 ml. de leche de coco
45 grs. de harina
70 grs. de azúcar
1 cda. de extracto de vainilla
una pizca de sal
Mezclamos el coco con la vainilla, 50 ml. de leche de coco, un huevo y 20 grs. de azúcar. Reservamos esta mezcla
Derretimos el chocolate con la mantequilla al baño María (o al microondas con cuidado de que no se queme). Batimos el huevo con el azúcar que nos queda hasta que quede un poco blanqueado. Añadimos 50 ml. de leche de coco y el chocolate derretido. Lo removemos bien e incorporamos la harina tamizada y la sal
Precalentamos el horno a 180ºC. Ponemos la mitad de la mezcla con chocolate en un molde de unos 20x10cms. Encima extendemos la mezcla con coco, sin que se mezclen, sólo que quede una capa sobre la otra. Luego lo cubrimos totalmente con la mezcla con chocolate restante
Horneamos 18-20 minutos – comprobando el estado de la cocción, que ya sabemos que cada horno es un mundo – teniendo en cuenta que mejor que quede jugoso a que quede seco. Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar
Lo refrigeramos en la nevera un par de horas, lo desmoldamos y lo cortamos en porciones
De acuerdo, lo confieso, no es cierto. Yo no lo pude resistir y el primer trozo me lo comí recién salido del horno, sin refrigerar ni nada, y doy fe que caliente también está para chuparse (y quemarse) los dedos.