Necesitaremos:
300 g de calabacín.
250 g de harina.
2 cucharadas de aroma de vainilla.
200 g de azúcar.
50 g de cacao en polvo (yo uso el 0% grasa de valor).
1 cdita. de levadura.
125 ml de aceite de girasol.
Una pizca de sal.
Lo primero que hacemos es cortar los extremos del calabacín y rallarlo (con la piel) con un rallador que tenga agujeros medianos o grandes. Después mezclamos la harina, el azúcar, el cacao, la levadura, la sal, el aceite, el aroma a vainilla y el calabacín rallado y removemos todos los ingredientes muy bien.
Precalentamos el horno a 180ºC y forramos una bandeja o fuente con papel de horno. Vertemos la mezcla y metemos la bandeja o fuente al horno durante 20-25 minutos. Sabremos que está en su punto cuando al introducir un palillo seco sale un poquito húmedo. Dejamos enfriar y lo servimos como más os guste, por ejemplo, con azúcar glass, con una bola de helado o con fruta recién cortada.
¡Un abrazo muy fuerte y espero que os guste!